Los azpeitiarras son algunos de los “culpables” de la insolable situación actual entre bajos debates y zestoa, ya que dos jóvenes azpeitiarras encontraron el tesoro de Ekain en junio de 1969, trabajando para la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Durante la extracción de muestras en los alrededores de la cueva, se observó que por un orificio salía aire frío. Parece ser que detrás hay más agujero. Se abrió el orificio y por él entraron en el narrado. De esta manera se recorrieron unos 20 metros, mientras el agujero se iba abriendo poco a poco. De repente, en una pared interior encontraron pintados caballos y otras figuras, el tesoro de Ekain. J.M. Sociedad Aranzadi Barandiaran y J. Tras visitar la cueva de Altuna y ver las pinturas, se decidió cerrar Ekain.
El tiempo y los hechos acaecidos en Altamira o Lascaux han demostrado que fue la mejor decisión que se podía tomar para cerrar Ekain, pero entonces no suscitó poca crítica. Mientras robaban la cultura, era una medida contraria a la atracción turística… Barandiarán, Altuna y la compañía tuvieron que escucharlo. Santimamiñe, Arenaza de Galdámiz, Altxerri de Orio, Solacueva de Álava… son un ejemplo del patrimonio que se ha deteriorado por estar abierto al público, mientras que Ekain es un ejemplo de la conservación del patrimonio tal y como estaba. Y es que, como el conjunto de acantilados de las pinturas de Ekain y el agujero que lo ocupa se encontraron en el mismo día, no ha habido ocasión de meter a alguien para que algo se estropeara.
Desde 1969 nada ha cambiado en Ekain. Las dos puertas de hierro colocadas al principio siguen estando allí, alguien de Aranzadi acude con asiduidad a las puertas, nunca se ha instalado electricidad fija, el número de visitas y la edad (6 personas mayores de 18 años) son limitadas, se utilizan linternas y la visita está dirigida por una guía de Aranzadi.
Las medidas adoptadas han permitido que el arte rupestre de Ekain no haya sufrido ningún tipo de daño, ni blanco ni verde, ni ningún otro color.
Las visitas a las cuevas producen dos tipos de daños en el arte rupestre, conocidos como mal verde y mal blanco. La enfermedad verde se produce por la presencia de algas, musgos, hongos o esporas bacterianas en la ropa y calzado de los visitantes. Estas esporas se organizan en colonias y se van reproduciendo; a veces sin necesidad de luz (hongos y bacterias); otras veces con la ayuda de la luz y el dióxido de carbono que producen los visitantes (algas, musgo). Las colonias forman un ciclo clorofílico en el que los muros de las cuevas se ponen de verde hasta cubrir las pinturas. La enfermedad verde se combate mediante antibióticos, fungicidas o algizidas.
La enfermedad blanca es mucho más perjudicial que la enfermedad verde, ya que sin tocar las pinturas no se puede resistir. La enfermedad blanca se produce por la colocación de cristalería caliza sobre el muro calizo. En las cuevas las reacciones entre carbonato cálcico y bicarbonato se producen de forma espontánea, pero como consecuencia de las visitas, al aumentar la temperatura y producir dióxido de carbono, las reacciones cambian y aparecen cristalinos. Lo sucedido en la cueva de Lascaux puso de manifiesto la relación entre las visitas y los males de las pinturas.
A pesar de las medidas que se tomaron en su tiempo, Ekain no tiene ninguna enfermedad, pero sí mucho que mostrar. La cueva de Ekain se ha hecho muy conocida en el campo de la investigación prehistórica, debido a las imágenes rupestres que se conservan en ella. La pintura de Ekain es imprescindible en cualquier obra que se quiera estudiar el paleolítico. En total hay 70 imágenes en Ekain, 64 pinturas y 6 grabados. Además, algunas pinturas llevan también grabado. Aunque en la mayoría de las pinturas se ha utilizado el color negro, en las cinco se puede ver mezclado con el ocre. El caballo es el más abundante, con abundantes bisontes; se pueden ver ciervos y salvajes, un salmón y, por último, un par de osos. Según los expertos, las pinturas corresponderían a la Magdaleniense Media y Superior, de hace entre 12.000 y 15.000 años.
¿Tan pocas oportunidades de exhibir… y ver? Está claro que la decisión de cerrar Ekain fue correcta, porque si se hubiera dejado abierta, quizás hoy no habría nada que ver. Sin embargo, la decisión de guardar el tesoro también puede tener un punto de contradicción, porque si nadie lo tiene que ver, ¿para qué? La Sociedad de Ciencias Aranzadi reconoce que cada vez son más las personas que solicitan visitar la cueva de Ekain. Por otro lado, las puertas de Ekain están cerradas para los jóvenes, interesados o no, ya que no se permite la visita de los menores de 18 años. Por lo tanto, si la conservación del patrimonio y la educación en su conservación es un trabajo de todos, ¿por qué no dar la misma oportunidad a todos? En este tipo de pensamientos, los avances que se han dado en el campo de las réplicas de las cuevas a los Aranzadi han venido muy bien. Y los dos proyectos que han surgido con esa intención de conservarlos.
Sin embargo, de ahí las diferencias entre los zestoarras y los bajos debates. Y es que para que la gente pueda visitarla, cada uno quiere su réplica cerca de su pueblo, y cada uno tiene su proyecto.
Los municipios del Bajo Deba han visto en el proyecto de Ekain la oportunidad de ayudar a salir del valle de la crisis con la esperanza de fortalecer el turismo. Para ello, se ha preparado un proyecto de cuatro construcciones que abarcarían un entorno natural de 40 hectáreas y diferentes áreas para posibles visitantes, poniendo todo un día para que los potenciales visitantes puedan pasar por allí.
El proyecto consistiría en un edificio de acogida, otro de 1.374 metros cuadrados que albergaría la réplica, un centro de exposiciones arqueológicas y estéticas, un centro de exposiciones de nuevas vanguardias y, finalmente, un centro de taller de mitología y expresión. Todo lo anterior se ubicaría en el valle de Astigarribia, en la margen izquierda del río Deba y en los terrenos de Mutriku, a cuatro kilómetros del núcleo urbano.
El proyecto de Zestoa se desarrollaría en el barrio de Sastarrain a 500 metros de la cueva original y a unos kilómetros del núcleo urbano. Según el proyecto de Zestoa, la protección de todo Sastarrain se integraría en un plan especial recientemente aprobado para preservar el entorno de la cueva. En la réplica se harían pinturas de la galería de caballos, el conjunto de osos y el entorno de la galería de osos, y la cabeza de un caballo. Un presupuesto de 500 millones para preservar el espacio protegido de Sastarrain, replicar la cueva y convertir el palacio Lili en museo. La réplica de Ekain, junto con el balneario, la cercanía de Loiola por un lado y la costa por el otro, y el reciente vivero de Iriakaitz, supondría un punto de interés para Zestoa.
Las últimas noticias publicadas en prensa diaria apuntan a que el proyecto de Zestoa avanza. Y es cierto que el debate ha sido nuevo y que el debate está ahí, pero para el propósito de este artículo no dice mucho, porque el objetivo principal es explicar la técnica de hacer réplicas de cuevas.
Las réplicas se realizan por la protección y difusión del patrimonio, es decir, por la difusión de la cultura. La primera réplica de una cueva se realizó en la década de los 60, cuando los alemanes replicaron parte de la cueva de Altamira para el “Deutsches Museum” de Munich. El gobierno español autorizó a los alemanes a replicar, pero a cambio tuvieron que hacer otro bajo el jardín del Museo de Arqueología de Madrid. La siguiente réplica se realizó en Francia, en la Lascaux de Dordonia, en 1990. Es una copia muy fiel, realizada en el subsuelo. El aire está a la misma temperatura que la cueva original y a través de la música se recuerda el goteo de las cuevas prehistóricas.
Poco después se hizo la réplica de la cueva de Niaux en Tarascon, Francia, pero en este caso dentro de un museo. Estas son las réplicas realizadas hasta la fecha. La réplica de Altamira es un proyecto ya en marcha que se realizará también dentro de un museo. Pero este proyecto tiene una particularidad, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, en la réplica de Altamira se pretende replicar la vegetación pisada por aquella gente que, además de la cueva, realizó las condiciones geofísicas y las pinturas de la tierra de la época. En breve se sabrá si se puede hacer con Ekain.
Recogiendo las peculiaridades de los decorados del mundo del arte, el cine y el teatro, se utiliza la técnica Fac-simile para realizar réplicas de las cuevas. A través del fac-símil se reconstruye la obra antigua a tamaño real y en tres dimensiones. La fotografía está en la base de la técnica fac-simile. Aunque la teoría es muy sencilla, la primera dificultad está en la correcta recogida de datos. A continuación, la fotografía del muro de la cueva se proyecta en el taller sobre el muro de la réplica, respetando las dos dimensiones del punto de vista (focal y posicional) y sin deformaciones, es decir, en tamaño y forma natural. Sería como hacer un calco, tanto para la reconstrucción de la pared como para la reconstrucción de pinturas y grabados.
La reconstrucción del muro propiamente dicho consta de dos fases diferenciadas, una copia de los volúmenes y relieves generales y la restauración mineral del muro. Para la realización de la primera fase se utiliza la estereofotometría (técnica fotográfica) mediante la elaboración de moldes de poliéster estratificados. Los moldes son ligeros y desmontables. Para la restauración mineral se trabaja sobre el molde extraído en la primera fase. A partir de minerales naturales (arena, arcilla, sílice, etc.) se generan composiciones acrílicas, fáciles de manejar, que admiten todas las técnicas de moldeo, que permiten el uso de toda la gama de colores, que permiten realizar correcciones y que permiten realizar uniones no visibles. Muro que conserva todo el resultado, realismo y fiabilidad; muro y, al mismo tiempo, un molde de larga duración, que se fabrica en el taller, se atiene, se lleva, se coloca en el lugar que se debe exponer y se adapta perfectamente.
Una vez realizada la copia del muro se realizará una copia de las pinturas y grabados. En este caso también se utiliza la imagen proyectada, añadiendo el original sobre el fac-símil. Para que se respeten los colores originales se utilizan los mismos colorantes que los utilizados por los artistas prehistóricos: la tierra, el carbón y los óxidos naturales. En las herramientas de restauración, de todo, desde los pinceles más finos hasta el ordenador más moderno: el pincel permite un trabajo concreto, mientras que el ordenador puede proporcionar más información sobre la foto, dividiendo la imagen por puntos y aislando cada matiz. De la misma manera se realizan los grabados, ya que en los moldes acrílicos es fácil realizar todo tipo de cortes.
Los expertos consideran que esta técnica es la que más méritos tiene para la investigación, ya que se puede ver en qué condiciones se realizó en la realización del trabajo, pero es más que eso. Y es que con este tipo de técnicas, algo que hasta ahora ha estado reservado a unos pocos se pone a la vista de todos. Y el pasado, como el futuro, siendo de todos, es necesario para todos. Txepetxe sabe algo de eso.