La industria alimentaria utiliza en la actualidad más de 200 sustancias que apenas aportan energía para el disfrute de alimentos y bebidas. En algunos casos, además, en una misma comida se utiliza más de un condimento, como los helados. Pero el uso indiscriminado de estas sustancias es perjudicial para la salud.
Los condimentos utilizados como aditivos se clasifican en dos grupos:
1. Condimentos naturales: los más conocidos son el fructosa, el sorbitol, el manitol y el xilitol. Podemos encontrarlos de forma natural en la fruta. Tienen las siguientes ventajas:
Entre las desventajas destacan que una ingente cantidad (superior a 40 g/día) puede provocar vientos y diarreas que los niños menores de 3 años no pueden tomar debido a los problemas intestinales que les provocan.
Se utilizan principalmente en chicles sin azúcar.
2. Endulzantes artificiales: los más conocidos son la sacarina (E-954), el ciclamato (E-952) y el aspartamo (E-951).
Últimamente los investigadores están realizando estudios sobre: Acesulfamo K (E-950), taumatina (E-957) y neohesperidina (E-959).
Estos se han encontrado a partir de sustancias diversas, muchas veces por casualidad; por ejemplo, un químico alemán en 1879 encontró que del alkitrán se obtenía una sustancia dulce, la sacarina, aunque las investigaciones no la consideraron como utilizable hasta 1959.
Ventajas:
Desventajas:
Como conclusión se puede decir que sólo recomendaríamos edulcorantes artificiales en casos muy especiales: personas muy obesas, casos de diabetes, etc.
De hecho, en general es mucho más saludable añadir un poco de azúcar al café o a la leche y evitar el resto de dulces como costumbre. Que las bebidas dulces antes mencionadas tampoco sean habituales en nuestra alimentación, ya que tienen muchos edulcorantes artificiales.