Flash electrónico

Nogeras, Itziar

Elhuyar Fundazioa

El flash electrónico portátil es una cajita que luz fuerte, a la altura del rayo, que normalmente solemos colocar sobre la cámara y conectada directamente al enlace de flash o por cable al terminal “X”.

Su luz tiene la misma temperatura de color que la del día claro y ilumina un espacio relativamente grande con un instante, pero a medida que aumenta la distancia la intensidad disminuye mucho.

Al tener el obturador totalmente abierto durante el brillo, el brillo del flash y la velocidad de obturación deben estar sincronizados. En las cámaras con obturador central esto no es un problema. En los obturadores de plano focal, por el contrario, el flash no permite utilizar cualquier velocidad de obturación, sino la velocidad de sincronización que la propia cámara indica con un color o marca especial. Normalmente esta velocidad suele ser de 1/60 s y en las cámaras más recientes puede ser de 1/125 o 1/250 s.

La forma más sencilla de calcular la exposición es utilizando el número de guía. Este número depende de la sensibilidad ISO de la película (generalmente de 100 ISO) y cada flash trae la suya.

La velocidad de exposición depende de la velocidad de destello del flash (los flash más comunes suelen ser de 1/500 s), y dado que la distancia y la luminosidad que recibe el sujeto varía su potencia, tendremos que seleccionar el diafragma adecuado (por lo que habrá que controlar la exposición mediante la apertura de diafragma). Para ello dividiremos el número de guía por la distancia entre el flash y el sujeto y el resultado será el diafragma a colocar (si se utiliza una película de 100 ISO, claro).

Si sacamos la foto mirando directamente el flash a los ojos, se produce el efecto de los "ojos rojos". En blanco y negro produce unos ojos brillantes de escasa naturalidad y en colores los ojos se vuelven rojos. La solución es reflejar en algún lugar la luz del flash o sacar la foto de un lado.

Sin embargo, sin necesidad de realizar cálculos, la mayoría de los flash incluyen una tabla que indica la distancia y la apertura de diafragma a utilizar en función de la sensibilidad de la película.

Estos cálculos teóricos están realizados para estancias de paredes relativamente claras de tamaño normal. Tanto si la habitación es muy grande como si las paredes son muy oscuras, o si se trabaja fuera, la potencia del brillo baja a la mitad, ya que la luz no está reflejada. En estos casos, el diafragma debe ir aumentando un paso.

Además de la manual, hay flashes de uso automático. El propio aparato, valiéndose de la célula fotoeléctrica que tiene en su parte delantera, decide el tiempo de destello que necesita cada foto según el diafragma puesto, cortando el brillo cuando le ha llegado suficiente luz. El diafragma a colocar viene dado por el flash y normalmente se puede elegir entre valores de diafragma de supervivencia. Sin embargo, con el flash automático no se puede poner al objetivo nada que reduzca la intensidad lumínica (filtros, tubos de estiramiento, ... por ejemplo), el cabezal de flash siempre debe estar orientado hacia el sujeto y no es posible acercarse demasiado al sujeto. (Si utilizamos el manual, podemos hacer correcciones).

Por otra parte, colocando el flash sobre la cámara y mirando al sujeto, se produce una iluminación demasiado intensa (con el efecto de “ojos rojos”). Para evitarlo, se puede colocar el aparato mirando una superficie reflectante.

La luz se puede reflejar mirando cualquier superficie blanca (hacia el techo, la pared de la habitación, la cartulina blanca o plateada, etc.). De este modo, el diafragma deberá aumentarse en dos puntos.

Si no se tiene la posibilidad de reflejar la luz, se puede ridiculizar colocando ante el flash cualquier cosa blanqueada (papel de calcar, tela o similar).

El flash puede utilizarse también con luz de día. En ocasiones, en situaciones de contrastes intensos, a pesar de estar suficientemente iluminada para tomar una foto, se corre el riesgo de que la de las sombras salga demasiado oscura. La solución es utilizar la técnica del flash llenador ("fill in flash"). Esta técnica permite que el de luces salga correctamente el de las sombras sin sobresaturar.

Sin embargo, a la hora de elegir la exposición debemos tener cuidado, a no ser que el principal foco de luz sea el flash. Para saber qué abertura de diafragma es conveniente, basta con tener uno o dos puntos por debajo de lo que necesitaríamos si sólo se iluminara la foto con el flash y, posteriormente, calcular la velocidad de obturación correspondiente al día claro para ese diafragma (si es superior a la velocidad de sincronización, tendremos que cubrir el flash con un paño o con un paso de bajada de velocidad por cada flexión de éste).

En situaciones de baja luminosidad y no muy grandes distancias, el flash permite detener el movimiento (como se puede apreciar en la imagen superior). La inferior está desprovista de flashes y, debido a la baja luminosidad y a la baja velocidad de obturación (1/8”), el movimiento queda reflejado.

Finalmente nos queda mencionar el flash TTL. TTL, son las siglas en inglés de "throught the lens" y significa "a lo largo del objetivo".

De esta forma el flash funciona totalmente automáticamente y la exposición se calcula a través del objetivo.

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