Aunque la tradición pesquera del País Vasco es larga, el conocimiento de las especies y hábitats costeros es limitado. Ante este vacío, la Fundación AZTI lleva seis años realizando un estudio de las especies marinas costeras. El proyecto surge a petición del Departamento de Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco y está liderado desde el principio por Raúl Castro Uranga.
El primer objetivo de este trabajo es la elaboración del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, según explica Ainhize Uriarte, miembro del proyecto: “Para saber qué medidas tomar para proteger las poblaciones de las especies presentes en nuestra costa es imprescindible identificarlas y conocerlas”. Se espera que el catálogo salga para el otoño. En ella se hará una clasificación teniendo en cuenta la rareza, la singularidad de cada especie, su declive a lo largo de la historia, su importancia ecológica, etc. Este será el primer paso, ya que a continuación los investigadores de AZTI esperan sumergirse en investigaciones más profundas.
Para llevar a cabo la investigación, AZTI ha contado con la colaboración de entidades, asociaciones naturalistas, diputaciones forales, navegantes y pescadores. Sin embargo, el instituto tecnológico ve la necesidad de más observadores y, con el fin de aumentar la participación del público, ha sacado la primera colección de especies observadas hasta la fecha. Además se abrirá un nuevo apartado de intercambio de información en la web de AZTI ( www.azti.es ).
Para completar el proyecto, AZTI quiere que se le informe de cualquier especie capturada accidentalmente o observada en la costa, ya que cualquier dato puede ser valioso. Se recomienda no tocar al animal en caso de resultar herido y llamar a los servicios de emergencia o salvamento marítimo.
Sin embargo, en palabras de Ainhize Uriarte, “los datos que nos aportan los colaboradores son puntuales y aunque indican la distribución de las especies, no tenemos datos de abundancia. Para ello habría que presentar proyectos y realizar observaciones sistemáticas que pudieran contar con el apoyo de las instituciones públicas”.
Por otro lado, Ainhize Uriarte ha destacado la necesidad de tomar el Golfo de Bizkaia en su conjunto y de colaborar con las instituciones españolas y francesas.
Según Ainhize Uriarte, “la costa de Euskal Herria es más rica de lo que se esperaba, y prueba de ello son las numerosas especies que se han visto improvisadas en las observaciones”. Desgraciadamente, muchas de estas especies, unas 70, están catalogadas como amenazadas y vulnerables en la lista roja de la IUCN. Por lo tanto, la costa es rica, pero también hay que cuidarla de cerca.
Entre las 70 especies amenazadas se encuentran el caracola, el tiburón gigante, el ángel de la guarda, los caballos marinos y las tortugas marinas.
De momento se han visitado dos especies de caballos marinos en la costa vasca, Hippocampus hippocampus y H. ramulosus. Se observan en aguas poco profundas y acumulaciones de algas cercanas a la playa.
En cuanto a las tortugas, en 2001, diez jóvenes procedentes de Florida, el Caribe y América Central aparecieron en la costa vasca. Entre ellos destacan la tortuga real y la tortuga de cuero. Ainhize Uriarte ha recordado que “el año pasado, en las costas de Euskal Herria, aparecieron unas diez tortugas caleras, aunque no es habitual que aparecieran tantos individuos”. Con el fin de preservar y proteger las tortugas que se acercan al Golfo de Bizkaia, los acuarios de San Sebastián y La Rochelle colaboran y, llegado el momento, las sueltan en las playas rurales. En cuanto a la tortuga de cuero, “es un animal de gran tamaño que se vio por última vez hace una década en Getaria y Ondarroa”.
La morena ( Muraena helena ), conocida por los buceadores, es también un pescado con forma de anguila. Es un pez depredador que caza de noche y descansa de día. Aunque es una pesca especial para los buceadores, en el Golfo de Bizkaia hay muy pocas y no se debería pescar.
Otra familia llamativa es la de los pinípedos o las focas. Según datos de Ambar, el año pasado, los pinípedos encontrados en la costa vasca se encontraron en la costa guipuzcoana. La foca gris, ( Halichoerus grypus ), la foca común ( Phoca vitulina ), la foca con capucha ( Cytophora cristata ) y la mortsa ( Odobenus rosmarus ) son los pinípedos que se acercan a nuestra costa. La foca gris normalmente no habita en el Golfo de Bizkaia, pero las corrientes traen hasta aquí, sin fuerza y sin rumbo, a los individuos jóvenes de las colonias que habitan en el sureste de las islas británicas y en el Finister de Bretaña.
Los cetáceos también son especies amenazadas como recursos pesqueros. Dentro de este grupo destacan los delfines que se exhiben en la campaña del bonito. En esta época, siguiendo los grupos de sardinas y chicharros, caminan muy cerca de la costa. Según datos de AZTI, existe una población de delfín común invernante en la costa vasca, algunos de los cuales han sido observados en el cabo Matxitxako. En total se estima que en la costa vasca viven unos 100 delfines comunes. El caso del delfín mular, conocido como Pakito, que habita en la bahía de La Concha, es de otro tipo, ya que está en la lista de amenazados. Este delfín aparece a lo largo de la costa europea, pero en lugares muy concretos.
Por otro lado, también se han visto las ballenas de pico. La especie más representada es el cuvier bala de pico ( Ziphius cavirostris ). En verano del año pasado, tres aparecieron en Elantxobe, Barrika y Zumaia. Según Ambar, las tres eran hembras y en el estómago se vio que tenían mucho plástico. Por tanto, a pesar de que todavía es demasiado pronto para decir cuál es el impacto de la contaminación sobre estas especies, es evidente que la ensuciación del río tiene consecuencias negativas.
La marsopa también ha dejado de ser común en nuestro litoral y se considera una especie amenazada. Este animal es el más costero y por ello sufre directamente la contaminación. Antiguamente era muy común en el Golfo de Bizkaia, pero en los últimos 30 años prácticamente ha desaparecido de la costa vasca. La no pérdida de esta especie es una prioridad en la Unión Europea.
Otra especie representativa en peligro de extinción es la ballena austral o la ballena vasca. Este animal se pescaba por última vez en Orio hace unos 100 años. Actualmente la única población fija de esta especie reside en la costa entre Canadá y EEUU. Se estima que este grupo no alcanza los 200 individuos y su tasa de reproducción es muy baja. Suelen flotar cerca de la costa y no se alteran por la cercanía de los pescadores, lo que les permite pescar con facilidad. Se encuentran entre las especies marinas más amenazadas. La ballenas más común que encontramos en la actualidad en el Golfo de Bizkaia es el rorcual común que se acerca bastante a la costa. En el año 2001, una ballena de esta especie apareció en la playa de Castro Urdiales, y los expertos calculan que cada año pasan decenas de caballos comunes por la costa vasca.
Ambar, asociación para la investigación y protección de la fauna marina
Todavía se sabe muy poco de los cetáceos que habitan en las aguas del Golfo de Bizkaia, y con la intención de cubrir este vacío se creó en 1996 la asociación Ambar. Desde entonces se están estudiando los cetáceos que habitan en nuestras aguas costeras y ya han conseguido resultados espectaculares.Actualmente la asociación cuenta con los siguientes proyectos: Registro y recopilación de información de mamíferos y tortugas marinas que desembarcan en las costas de Bizkaia y Gipuzkoa, observación de cetáceos del Golfo de Bizkaia tanto desde la tierra como desde el ferry Bilbao-Portsmouth y análisis del comportamiento del delfín mular Pakito ( Tursiops truncatus ), que habita en la bahía donostiarra.
De momento, han podido identificar 23 especies de cetáceos, algunas de ellas muy conocidas para todos, como el delfín mular, el delfín común, el delfín piloto o el rorcual común. Pero, además, han visto otras especies poco comunes, como Hiperoodon ampillatus, que habitan a grandes profundidades, o Ziphius cavirostris (bala de pico), que han observado alrededor de la fosa del Cap Breton. Recientemente se han iniciado observaciones desde la costa y parece que es relativamente fácil ver desde la tierra a grupos de delfines prismáticos.
El comportamiento del delfín Pakito también se está estudiando desde hace tiempo. Desde su llegada le han seguido y tiene una historia bastante curiosa. En un principio apareció en la zona de Igeldo, junto con otros dos delfines, un adulto y un cachorro. Tras dos meses en la zona, los otros dos desaparecieron y Pakito se quedó solo. Parece que su lugar preferido es la bahía, ya que lleva cuatro años residiendo en ella. Este año los miembros de Ambar tienen previsto realizar inmersiones para sacar fotos cercanas al animal y conocer todas sus características.
Todo lo que hasta ahora se ha sabido sobre los cetáceos del golfo es sólo la base de proyectos y trabajos futuros. Aún quedan muchas preguntas sin responder y Ambar pretende seguir investigando para, al menos, obtener algunas de ellas.
Para más información sobre los desembarques de cetáceos: www.geocities.com/ambar112 y contactar con Ambar: jasper@euskalnet.net .