En otras regiones, sobre todo en el oeste de Estados Unidos, se ha podido observar que los árboles muertos que caen al río, a menudo forman presas de madera que tienen una gran importancia en las comunidades fluviales. Por un lado, estabilizan el cauce, acumulan sedimentos finos y ofrecen nuevos hábitats a los seres vivos. Además, retienen la hojarasca que llega al río, que al ser la principal forraje de los invertebrados del río, se produce un mayor número de invertebrados en arroyos con abundantes presas de madera y una mayor producción de peces.
Por último, los pozos y las aguas inertes que se generan en las proximidades de las presas de madera son el principal refugio para que los seres vivos puedan hacer frente a las inundaciones y, en consecuencia, al eliminar las presas de madera, las inundaciones causan un mayor impacto en las comunidades fluviales.
A pesar de la importancia de la madera, muchas acciones humanas (sobre todo la tala de bosques y la explotación de troncos) han contribuido a que cada vez queden menos troncos en nuestros ríos, afectando a su diversidad y función. La mayor parte de los estudios sobre este apartado se han llevado a cabo en Norteamérica y Nueva Zelanda, si bien se desconoce el grado de empobrecimiento de los ríos europeos por la eliminación de la madera. Esta es la primera investigación que se ha realizado en Europa del Sur.
Este proyecto tiene dos objetivos principales: por un lado, conocer la presencia de troncos en los ríos del País Vasco, y por otro lado, el impacto de la topografía del cauce y de la gestión forestal sobre el mismo. Y por otro lado, observar la importancia de la madera en la diversidad morfológica de los ríos, en la abundancia de hábitats, en las comunidades de invertebrados y en su capacidad para hacer frente a las inundaciones. El estudio se está realizando en el río Aguera, que es el mejor conservado de los ríos vizcaínos.
Como se ha podido observar, los tramos fluviales que se encuentran bajo pinares, eucaliptades y alisedas jóvenes presentan una menor presencia de madera que los que se encuentran bajo robledales adultos y la influencia de los troncos es menor.
Para analizar la influencia de la madera se ha eliminado toda la madera existente en dos arroyos y se está observando su influencia sobre el sustrato del cauce, la capacidad del río para retener la orbela, la abundancia de microhábitats y la capacidad de los invertebrados para hacer frente a las inundaciones.
Los ríos sin madera han perdido mucho más sedimentos que los grupos de control, se ha reducido la diversidad de hábitats y se han modificado las comunidades de invertebrados. Todavía queda por ver si las inundaciones afectan más a los ríos sin madera.
Los resultados de este proyecto permitirán conocer mejor el impacto de la explotación forestal en las comunidades fluviales y buscar vías para reducirlo. Si queremos mejorar la calidad de los ríos vascos, no podemos conformarnos con mejorar la calidad del agua. Además, se debe observar el estado del hábitat físico de los seres vivos y su funcionamiento hidrológico. Este tipo de investigaciones pueden ayudar mucho a conocer el estado y funcionamiento natural de nuestros ríos y, por tanto, a restaurar los ríos afectados.