Cassini, Señor de los Anillos

Roa Zubia, Guillermo

Elhuyar Zientzia

El polémico astrónomo Giovanni Domenico Cassini pasó la mayor parte de sus años de vida observando a Saturno. Murió completamente cegado el 11 de septiembre de 1712, pero para entonces logró desentrañar los misteriosos juegos de sombra del planeta.

Luis XIV conocía de primera mano los trabajos de Cassini, un hábil astrónomo. Sabía que investigó profundamente el Sol y que calculó los tiempos de rotación de Júpiter y Marte. Entonces el Observatorio de París estaba en construcción y decidió que el italiano Cassini fuera el jefe del Observatorio. Cassini tenía 42 años en aquel momento, pero sus herederos heredarían el título. Su hijo, nieto y bisnieto también fueron directores del observatorio hasta que la Revolución Francesa se vio obligada a estallar y suspender.

Giovanni Domenico fue, sin embargo, el más famoso de todos los Cassini. De hecho, desde el Observatorio de París identificó cuatro lunas del planeta Saturno -Tetis, Dione, Rea y Japet- y realizó una gran labor para desentrañar la estructura del misterioso anillo del planeta. Dijo que los anillos de Saturno estaban formados por partículas muy pequeñas, que eran componentes diminutos que ni siquiera se ven uno a uno.

Hoy conocemos sobre todo los éxitos de Cassini, pero en su día participó en debates astronómicos y físicos vibrantes y prestigiosos. Cuestionó las hipótesis de muchos científicos y muchas veces tuvo que ceder con crispación. El debate con Isaac Newton puso casi en peligro las relaciones internacionales. De hecho, ambas tenían una opinión muy diferente sobre la forma de la Tierra: Newton decía que estaba un poco aplastado en los polos y Cassini que no, que se apretaba en el ecuador.

En homenaje a Cassini se llama así la sonda que ha enviado a Saturno.

El debate duró 20 años y siguió después de la muerte de Newton. Finalmente se puso en juego el honor de las naciones de ambos investigadores y para solventar la cuestión, la Academia Francesa de la Ciencia organizó dos expediciones: Uno al Ártico y otro al Ecuador, para que en ambos lugares se midiera exactamente un grado del arco del meridiano. Esto aclaró fácilmente el debate: Como decía Newton, el arco era más grande en el Ecuador.

Polémica, Cassini fue un exitoso astrónomo y cartógrafo. En su honor se ha puesto el nombre a la sonda espacial que llegó en julio a la órbita de Saturno. El astrónomo italiano y otros astrónomos que posteriormente han investigado el planeta de los anillos han ido a terminar lo que han dejado sin aclarar: por qué Saturno tiene esos anillos brillantes y, de paso, cómo se han formado. Durante cuatro años la sonda Cassini será la patrona de Saturno.

Planeta loco

Los romanos dieron nombre al planeta Saturno en honor a un dios. El dios Saturno era el padre de Júpiter y el propio Júpiter, el padre de Marte. Pero Saturno era muy celoso y, para que no le quitaran el puesto, comía a sus hijos. Es una historia mitológica bastante rara, pero tiene que ver con el planeta.

El primer astrónomo que observó a Saturno con telescopio fue el italiano Galileo Galilei. En 1610 vio tres 'bolas' en lugar de una sola. La esfera central, el "trozo" principal del planeta, tenía dos pequeñas bolas pegadas a los lados. El descubrimiento sorprendió a Galileo. Además, cada vez que observaba Saturno le aparecía el planeta modificado: las bolas laterales eran cada vez más pequeñas. En 1612 desaparecieron y Saturno se convirtió en la única esfera. Para entonces Galileo ya había empezado a ver con telescopio fenómenos extraños en el cielo, pero eso era demasiado. El planeta, como el dios romano, comía a sus hijos.

ANDÉN

Galileo dejó de observar Saturno. Sin aquel planeta loco, la cabeza tenía serios problemas. Pero otros astrónomos dirigieron con ganas los telescopios hacia el misterioso planeta. Algunos vieron a los lados de Saturno algunas cosas en forma de oreja, pero nadie desveló qué eran. La explicación la encontró el holandés Christian Huygens. Vio el fenómeno contra Galileo: La primera vez que observó a Saturno era la única esfera en el espacio.

Pero sin perder la paciencia, con el paso de los años, al final volvieron a aparecer ante él los supuestos oídos de Saturno. Era el año 1659. Para entonces los telescopios eran mejores y se dio cuenta de que era un anillo que giraba alrededor del planeta, que aparecía y desaparecía según la inclinación del planeta. De hecho, al ser los anillos tan finos, desaparecían por la arista.

Giovanni Domenico Cassini fue quien finalmente investigó el aspecto de aquel anillo. Creó un largo telescopio de cuarenta y seis metros, y en 1675 vio que el anillo de Saturno estaba formado por dos anillos, entre los que hay un gran hueco. Desde entonces, este gran vacío se conoce como la ruptura de Cassini, a pesar de que los astrofísicos han visto que después tiene cientos de anillos.

Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila