La BIOLL-Llave Biométrica ha sido promovida por el Cluster de Telecomunicaciones, Electrónica e Informática de Euskadi (GAIA) en colaboración con la Universidad de Deusto y la empresa Bizgorre. Este proyecto permite tener siempre la llave a mano. Es más, la propia mano es la llave de este proyecto, o al menos parte de ella. La clave biométrica desarrollada en este proyecto se basa en la identificación por radiofrecuencia y en el patrón biométrico de las venas de la palma de la mano.
La llave biométrica es el prototipo de un sistema integral de control de acceso. No han creado nuevas tecnologías, pero han desarrollado un sistema innovador mediante la integración de varias tecnologías. Por un lado, se han combinado las citadas técnicas de radiofrecuencia con las biométricas. Sin embargo, también se han utilizado tecnologías de síntesis y reconocimiento de voz, y existe la posibilidad de gestionarla a distancia.
Los usuarios con acceso autorizado deberán registrarse en primer lugar, es decir, el sistema deberá tener registrado el patrón de venas en la palma de la mano de dichos usuarios. Además, los usuarios dispondrán de un emisor de radio. De este modo, un receptor de radiofrecuencia informará al sistema de la identidad del usuario que desea acceder a la zona bajo llave. Una vez detectado un usuario (vía radio) alrededor de la puerta, el sistema espera que el usuario ponga la mano sobre el sensor biométrico.
Colocar la mano sobre el sensor (unos pocos centímetros) es suficiente para abrir la puerta. No es necesario tocar el sensor. Por lo tanto, el sistema es muy higiénico, adecuado para su instalación en zonas de uso masivo.
Una vez colocado, el sensor escanea la mano. Para ello emite rayos del infrarrojo cercano y, recogiendo los rayos reflejados por la mano, obtiene la imagen de la palma de la mano. En esta imagen se ven claramente las venas. La hemoglobina reducida de la sangre absorbe parte de los rayos del infrarrojo cercano y, en la imagen tomada por el sensor, las venas se ven como una red negra.
El sensor comparará el patrón de venas obtenido con el registrado para este usuario. Los patrones venosos tienen muchas características diferenciales y no hay dos personas del mismo patrón, ni siquiera en el caso de los gemelos. Incluso los patrones de ambas manos son diferentes. Por lo tanto, quien haya registrado con la derecha no podrá abrir la puerta con la izquierda. Por otra parte, es muy difícil de falsificar, entre otras cosas porque para que el sensor consiga la imagen de las venas es necesario que circule sangre en las venas.
Por tanto, este sistema puede ser utilizado para controlar el acceso a zonas de alta seguridad, pudiendo las empresas y organismos públicos proteger sus zonas restringidas o aumentar su seguridad con llave biométrica. Además, la gestión remota permite a las organizaciones controlar fácilmente el acceso de sus miembros.
Esta opción de gestión a distancia tiene la ventaja adicional de que las empresas distribuidoras podrán ofrecer servicios técnicos a sus clientes de forma centralizada.
Por otro lado, la llave biométrica también es de gran utilidad para aquellas personas que puedan tener dificultades para utilizar las llaves convencionales. De hecho, uno de los objetivos de Biogiltz es aumentar la calidad de vida de las personas con discapacidad y que les acompañan.
Entre otras cosas, para las personas con deficiencia visual y con pérdidas de memoria, las llaves habituales son grandes obstáculos. Y este nuevo sistema ayuda a estas personas a tener una mayor autonomía, ya que facilita notablemente su actividad diaria.
Cuando el sistema identifique la palma de la mano y abra la puerta, el sintetizador de voz indicará que la puerta está abierta. Además, para evitar problemas de audición, se han incluido indicadores de luz con la misma función.
En el diseño de la aplicación que gestiona el sistema también se han tenido en cuenta a las personas con discapacidad. Por ello, han utilizado software ameno y pantallas táctiles para que el mayor número de personas lo puedan utilizar fácilmente.
El prototipo ha sido visado por la ONCE y se está estudiando su implantación en residencias. La llave biométrica aún está en fase de prueba y los responsables del proyecto consideran que estará disponible para su comercialización en 2010.