Elhuyar Fundazioa
O en caso de detección de robo, incendio, fuga de agua o gas, con sistema de seguridad de aviso telefónico a la persona o servicio público correspondiente en el domicilio.
Todo esto parece una ficción científica, pero son las posibilidades que ofrecerá una ciencia aplicada incipiente. Esta nueva ciencia es la domótica.
Desde hace unos años, la electrónica se está extendiendo poco a poco a todos los rincones de nuestras casas y en poco tiempo el ordenador será el dueño del mismo. Todavía no ha pasado mucho tiempo desde que imaginamos que en la futura casa estaban los robots rígidos de voz metálica (de un lado a otro como servidores).
Esta visión futurista, sin embargo, ya ha sido abandonada por la revolución informática. En el futuro parece que el asistente de la casa será una red de ordenadores que sustituyan a estos robots; todos los aparatos que funcionen por enchufe podrán conectarse al ordenador y automatizarse por controles locales y remotos.
Por ejemplo, imaginemos que con un tiempo trumoso salimos de casa y cuando estamos en el trabajo nos damos cuenta de que hemos dejado las persianas abiertas. Una llamada de teléfono nos permitirá ordenar el cierre de ventanas. O imaginemos que cuando pasemos un fin de semana fuera queremos que esté caliente. Podemos parar en el camino y llamar por teléfono para dar esta orden.
A través de esta llamada telefónica emitiríamos desde el auricular una señal de microondas al ordenador de nuestra casa. Una vez recibida e interpretada la señal, conectaría y pondría en marcha los motores de persiana y calefacción.
Si en las casas de hoy sólo hay dos pantallas de televisión y un único magnetoscopio, es imposible ver la misma cinta en ambas (salvo que se realicen conexiones muy complicadas) o grabar programas que se están lanzando simultáneamente en dos cadenas. O es imposible utilizar el teléfono como interfono. La creación de una red que conecte todas estas herramientas permite ofrecer opciones muy amplias.
Hoy en día, por otra parte, cada vez hay más hogares y en la mayoría de los casos se utilizan muy pocos, casi exclusivamente como calculadoras o como juguetes para niños. Conectando la red y el teléfono al ordenador tiene aplicaciones prácticas que superan todo lo imaginado. Si todo esto se completa con un programa específico (programas específicos que programan y controlan las tareas de mantenimiento, limpieza y conservación en el hogar), tendremos una casa que se gobierna solo.
Este sistema se denomina Bus Residencial. En electrónica, el Bus (binary, unit system) es un enlace físico (cable, fibra óptica, etc.) al que se puede conectar todo (lavadora, microordenador, televisión, teléfono, etc.). Puede modificar el sonido, las imágenes y los datos numéricos.
El objetivo del bus es, por tanto, posibilitar la gestión centralizada y coordinada de todos los aparatos automáticos. Por ejemplo, en caso de avería de la lavadora, el microprocesador avisará al ordenador y éste, debido a la electroválvula correspondiente, cortaría la corriente y el suministro de agua.
El Home Bus System (nombre genérico de la automatización doméstica) es una realidad a nivel experimental. En EEUU y Japón (y próximamente también en Holanda y Francia) se está probando este sistema y se está hablando de éxito.
Las inmensas ventajas que ofrece este sistema le hacen muy atractivo, pero también lo hacen. Y es que, según las estadísticas, en los EEUU cada año mueren unas 10.000 personas por falta de ejercicio, debido a problemas de circulación y corazón. Pero lo que se prevé no es mejor. Si se amplía la automatización doméstica, se estima que en veinte años las muertes por esta causa se multiplicarán por cuatro.
Hay otro temor: el mayor riesgo de accidentes domésticos. Llenar la bañera a distancia o encender el horno desde la oficina requiere cerrar los grifos y recordar desconectar los mandos. Y cuando no hay nadie en casa, puede tener consecuencias terribles.
Sin embargo, parece que eso también está previsto que los expertos que trabajan en ello y que ofrezcan sistemas de seguridad frente a los errores humanos.
La asociación informática y telecomunicaciones ha creado la ciencia Telemática, dentro de la cual hay que situar el desarrollo del Home Bus System. La base de esta nueva ciencia aplicada, basada en el control domiciliario por red, está constituida, como se ha dicho, por el ordenador y todos los aparatos conectados a él, con posibilidades de conexión a la red prácticamente ilimitadas. El POV permite transmitir varias órdenes simultáneamente. Esta orden puede emitirse directamente a través del teclado o por teléfono desde cualquier extremo del mundo (gracias al codificador de células que dará acceso al ordenador).
En caso de estar fuera y querer poner en marcha algún aparato, como la calefacción, se llama por teléfono y a través de un emisor portátil pulsando en el canal correspondiente al mando de la calefacción se envía desde el auricular la señal que sintoniza el ordenador. La minicentral del ordenador de casa descodificará la señal e interpretará que es el canal correspondiente a la calefacción y cumplirá la orden. Si tenemos en cuenta que cada una de estas minicentrales tiene entre 40 y 50 canales, observaremos la magnitud del invento.
Hasta el momento se han realizado numerosas pruebas en Japón y EEUU, instalando HBS en casas piloto. Por ello, en las nuevas edificaciones se considera que ha llegado la hora de la fase práctica de incorporación masiva de PORN. Otra razón para ello es el esfuerzo por reducir costes. Según los cálculos realizados, cuando se expande este sistema su implantación no sería más costosa de lo que actualmente cuesta instalar una antena parabólica. A esto hay que añadir el precio del ordenador.
Se prevé que las viviendas se vendan con PB para principios del siglo siguiente, tal y como se venden actualmente con plaza de garaje o agua caliente central. Cada aula dispondrá de un enchufe programado para interpretar las órdenes del HBS y llevará un punto de conexión directo a los sistemas de los electrodos. El ordenador se puede conectar a supermercados y terminales bancarios; las compras se pueden hacer por teléfono. Y en breve, al igual que sacamos dinero del cajero automático y enviamos textos por telefax, desde casa u oficina realizaremos asientos contables y envíos de facturas con total comodidad.
La REP también es útil en la industria y ya se está aplicando. Una empresa estadounidense de construcción controla la evolución de las obras a miles de kilómetros de la oficina. También en algunas empresas japonesas, desde 1983 se controla telefónicamente la producción de forma remota.
No es difícil imaginar las consecuencias. Cada vez habrá más gente que podrá trabajar sin salir de casa. Compras, artículos bancarios, papelas, etc... Se podrán tramitar por VPP. Cuando el sistema esté más extendido, vivir cerca del lugar de trabajo para las personas no será tan necesario y puede ser una vía para que desaparezcan las obstrucciones matinales de tráfico en varias ciudades, ya que no será necesario fichar a las ocho de la mañana.
Antes de desplegar el sistema es necesario definir el protocolo de comunicación, es decir, el lenguaje que se va a utilizar, las interfaces entre cada aparato y la red domestica y entre ésta y las redes externas. Es necesario poner en marcha una regla universal para que un aparato pueda conectarse a cualquier red, independientemente de quién lo haya instalado, independientemente de su marca. La normalización completa es la condición para el éxito: algunos componentes electrónicos básicos serán los mismos para todo el mundo y se fabricarán en grandes series con el fin de abaratar los productos.
A diferencia de otros sectores, los profesionales de los electrodomésticos, telefonía, telecomunicaciones e industria informática han entendido inmediatamente la necesidad de la norma. Se han unido para estandarizar el BUS domestico y han decidido trabajar conjuntamente.
En Europa, los principales empresarios del sector de los electrodomésticos trabajarán en estándares para la industria europea del sector. Estas empresas son el holandés Philips, el suizo ABB, los británicos British Telecom PLC, Thorn, Mullard y GEC, los franceses Thomson y Legrand, los alemanes Siemens y AEG, el italiano Zanusi y finalmente IKERLAN en colaboración con FAGOR.
Con este proyecto, denominado “Home Systems”, 2.431, han comenzado en enero de este año y se analizarán los campos de aplicación de esta nueva tecnología. Inicialmente se prevé una duración mínima de dos años.
Los industriales japoneses han dado grandes avances en este campo bajo el impulso de HITI (Ministro de Industria Local). Su Home Bus parece estar listo desde hace un año y en los EEUU llevan el mismo camino de normalización con el proyecto Smart House.
Es cierto que todavía no hay estándar mundial, pero el intercambio de información entre diferentes países es constante. Los japoneses, por ejemplo, han cambiado ya dos veces su estándar tras los debates internacionales. Parece, pues, que no habrá lucha tecnológica en torno a la domótica. La lucha se ha dejado para más tarde, para cuando las normas establezcan y los industriales comercialicen sus productos, o para los años posteriores a 1990, fecha prevista para el despliegue de la domótica. Por el momento estos sistemas se venden tanto en Japón (han apostado por ser los primeros en entrar en el mercado) como en EEUU.