El radar automovilístico, patrón de carreteras

En la actualidad existen radares avanzados para imponer multas a quienes circulan por carretera a una velocidad superior a la permitida. Se montan en coches normales y al vehículo que está demasiado rápido en marcha le sacan el retrato sin que nadie lo note, en él la velocidad, la matrícula, la fecha, etc. imprimiendo.
El radar se encuentra en el maletero del automóvil, junto a la placa de matrícula cabeza de hiperfrecuencia y en el cuello el flash y la cámara de fotos.

En las autopistas y carreteras se suele tener la obligación de poner controles de radar y multas por no respetar las señales de tráfico. Cuando esperas hasta que te detengas por exceso de velocidad y te pongas una multa en el borde de la vía, verás que los demás coches pasan más rápido que tú y no hay nada más rabioso. Estos puestos de radar, sin embargo, tienen que estar parados para detectar la velocidad, son puestos fijos.

Una vez conocido y pasado este puesto, el automovilista puede tener ganas de ir más rápido. En definitiva, la contribución de los radares que necesitan un puesto fijo a la seguridad vial es discutible. Y es que, por un lado, la gente los identifica y por otro, sólo pueden trabajar en un tramo limitado de la carretera. Para superar todos estos obstáculos se han fabricado radares móviles. La policía los monta en los automóviles, pero en coches normales que nadie puede apreciar.

El radar más avanzado en la actualidad es el modelo Multanova 6F que fabrica la casa suiza Zellweger. Se montan en cualquier automóvil, pero si se quiere también sobre un trípode para que trabaje como puesto fijo.

Toda la parte electrónica del radar está en el maletero del automóvil y de la placa de matrícula sólo sale un poco la cabeza de hiperfrecuencia. Además, se disimulará este cabezal de materiales composites. El flash y la cámara de fotos están situados en la cubierta trasera del automóvil.

Para que el radar móvil montado en el automóvil pueda medir la velocidad de los vehículos, primero debe conocer la velocidad a la que va. Para ello dispone de un taquómetro montado a la salida de la caja de cambios, formado por captadores similares a los utilizados en el sistema de frenado ABS. Gracias a la información recibida por estos captadores, la calculadora del automóvil tiene en cuenta la velocidad de sí mismo y, sumando la medida por ondas, calcula la velocidad del otro vehículo.

Mediante los captadores de salida de la caja de cambios, el error que puede presentar el radar en el cálculo de su propia velocidad es inferior al 1%. Respecto al cabezal de hiperfrecuencia, lo único novedoso es su orientación. La frecuencia de las ondas que emite es estándar de 24,125 GHz. Con más de 24 mil millones de oscilaciones por segundo, su orientación permite medir la velocidad de los camiones tan bien como la de los automóviles.

Esto no es tan fácil de conseguir en radares fijos. Dependiendo del tipo de vehículo, la distancia al suelo suele ser diferente y en algunos casos, si el haz de ondas del radar se refleja en el extremo del automóvil, en otros pueden reflejarse las ruedas del camión. Cuando el haz de ondas está reflejado por las ruedas, el radar no mide bien la velocidad. Si el haz de ondas golpea la parte inferior de la rueda, el radar marca una velocidad muy baja y si la rueda golpea por encima del eje, el doble de lo que realmente tiene. En este caso, por tanto, el radar no se puede utilizar.

Multanova 6F

la parte más trabajada del modelo es su calculadora. Al estar fijo en un lugar, puede medir velocidades desde 0 hasta 240 km/h e incluso mayores. Para calcular la velocidad de forma muy precisa no hace una sola medida, sino 60. Una vez realizadas todas estas medidas, la calculadora sólo acepta si son al menos 20 iguales. Además, detecta de forma automática la dirección de llegada del vehículo objeto de estudio y puede controlar simultáneamente ambas direcciones de circulación. Por lo tanto, cuando conduces tu coche no sabes si el radar va por tu camino o si antes te viene en sentido contrario.

Debido a la diferencia de intensidad de las ondas reflejadas, se puede diferenciar si el que circula es un camión o no, y en función de ello se pueden establecer dos límites de velocidad: 130 km/h para automóviles (en autopista) y 90 km/h para camiones, por ejemplo.

Multanova 6F

el radar tiene las mismas posibilidades de funcionamiento en reposo o en itinerancia. Insta al conductor a establecer un límite de velocidad en el momento de la puesta en marcha del aparato. En las autopistas y autopistas lo más normal es establecer una velocidad de 110 km/h para los automóviles. A su vez, se le aplica la velocidad de funcionamiento del flash, que por posibles errores de medida es algo mayor: 130 km/h para los automóviles y 100 km/h para los camiones en las autopistas.

El radar ya está listo para funcionar, pero para ello conviene desplazar el propio radar a una velocidad aproximada constante. Pensemos que va a 100 km/h. Cuando otros automóviles pasan el radar pueden existir: Circular a velocidad inferior a 110 km/h, circular entre 110 y 130 km/h y circular a velocidad superior a 130 km/h. En el primer caso el radar no indica nada. En el segundo caso, la velocidad sólo se indica en el cuadro adjunto al panel del automóvil (ver figura) y se dispara el flash y la cámara de fotos a una velocidad superior a 130 km/h. En este último caso la calculadora graba en la película de fotos el día, la hora, la velocidad y el número de foto a través de la grabadora electroluminiscente.

Para medir velocidades, los desplazamientos de radar y de los vehículos que se detecten deben ser paralelos y los desplazamientos pueden ser directos o curvos. Si el vehículo se desvía para adelantarse o frena bruscamente, el radar no puede medir la velocidad. Por eso en su cuadro no marca ninguna velocidad.

Dicho lo dicho, este radar de control de los vehículos de ambos sentidos por la carretera, ¡será menos accidente!

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