En el mercado todavía no es una realidad, pero en el País Vasco hay quien estudia la obtención de energía eólica de otra manera. En comparación con los aerogeneradores que empiezan a ser convencionales para los ojos, el sistema presenta dos grandes diferencias: por un lado, y al moverse con velocidades bajas de viento, la posibilidad de situarse no sólo en las cumbres de los montes sino en los valles, y por otro otro lado, la inversión necesaria para la construcción es baja.
Comenzando a describir la forma del sistema, en primer lugar se colocarán dos columnas de longitud suficiente. Adosado a cada columna, tres poleas fijas y una pequeña turbina. Cable de acero de una columna a las poleas de la otra columna, y todos los brazos amarrados al cable. Cuando suena el viento los brazos se mueven y se recoge la energía que se genera. Por tanto, el sistema se basa en la superficie del sistema más que en la velocidad del viento.
De hecho, el sistema no es nuevo, ya que la energía obtenida por traslación es antigua. Por alguna razón, nadie ha rentabilizado la idea hasta la fecha, pero ahora el sistema está dispuesto a comercializarla. La idea está desarrollada por la empresa Enerlim, ubicada en el parque tecnológico de Zamudio. No obstante, esta mercantil no realiza los montajes. Investiga la tecnología de montaje para la producción de otras empresas. En estos momentos se está trabajando en la investigación y desarrollo de energías renovables, con la intención de entrar en el mercado alguna vez. Aunque el año pasado estuvieron muy cerca, todavía no han tenido la oportunidad de aprovechar el sistema en la realidad. El ensayo tuvo lugar en Urnieta. Se elaboró un proyecto de montaje de 120 metros de superficie que generaría 600 kW y que cubriría las necesidades del alumbrado público de Urnieta. Por motivos ajenos al sistema, todo quedó anulado.
Si este tipo de sistemas energéticos avanzaran, el panorama cambiaría mucho. Y es que hasta ahora el capital de siempre ha tenido el control y la llave de todas las energías, incluso de las renovables, es decir, los miles de millones que se necesitan para construir un parque eólico sólo pueden ser grupos de inversión de siempre. Sin embargo, si se desarrollaran sistemas de este tipo, cualquier municipio sería capaz de realizar una inversión que genere energía suficiente para él.
Debido a que este sistema se basa en la superficie, también se puede instalar en zonas de bajo viento, y a mayor superficie menor coste energético. Tiene un gran impacto visual, pero a partir de ahí pocos obstáculos: emite poco ruido, circula a baja velocidad, se puede colocar en los orificios del valle…
Desgraciadamente, el País Vasco no va a ser pionero, porque los proyectos de desarrollo se están llevando a cabo fuera de nuestras fronteras, en Cataluña y Burgos.