El Premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1988 ha sido para los norteamericanos James Black y Gertrude Elion y George Hitchings. Su trabajo se ha centrado en el desarrollo de nuevos fármacos para tratar enfermedades comunes. La decisión del Comité Nobel explicaba por qué se le ha concedido el premio: por los importantes hallazgos en el tratamiento con medicamentos, estos descubrimientos han llevado al desarrollo de nuevos medicamentos.
James Black
Trabaja en el King's College Hospital de Londres y podría ser considerado el padre de la farmacología analítica. Fue él quien diseñó los primeros betabloqueantes utilizados para tratar a pacientes con ataques cardíacos. Posteriormente, utilizando los mismos principios que utilizó para el diseño de los betabloqueantes, diseñó los antagonistas H2 utilizados para el tratamiento de úlceras gástricas. Uno de ellos es la zimetidina (nombre comercial Tagamet), uno de los medicamentos más vendidos del mundo.
Otros dos investigadores, Gertrude Elion y George Hitchings, trabajan en los laboratorios de Burronghs- Wellcome y trabajan juntos desde 1945. Su objetivo era comprobar si las células humanas cancerígenas, humanas y microorganismos sintetizan de forma diferente los ácidos nucleicos. El objetivo final era encontrar subtancias que interfieran estas síntesis.
Su trabajo le ha llevado al desarrollo de fármacos para tratar la malaria, la leucemia, el hueso, las herpes y la recusación de órganos trasplantados.
El premio Nobel de este año ha sido para tres físicos norteamericanos: Melvin Schwartz, Jack Steinberger y Leon Lenderman. El premio ha sido concedido por el trabajo realizado hace treinta años en el acelerador de partículas de Brookhaven. La nota publicada por la Academia Nobel justificaba el premio: las sesiones desarrolladas por los tres ofrecieron nuevas posibilidades de investigación para analizar la estructura interna y dinámica de la materia.
El trabajo que realizaban estos tres físicos durante su estancia en la universidad de Columbia en Nueva York en 1959, Schwartz, el más joven del grupo (entonces tenía 27 años), se le ocurrió utilizar los haces de neutrinos de gran energía para conocer la naturaleza de la débil fuerza nuclear. La débil fuerza nuclear es una de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza. Las otras tres son la fuerza nuclear fuerte, la fuerza gravitatoria y la fuerza electromagnética.
Schwartz
, propuso la utilización de partículas denominadas peones como fuentes de neutrino. Los piones se producen cuando los protones de alta energía chocan con la materia. Los piones, sin embargo, se desintegran rápidamente formando muones y neutrinos. Schwartz propuso crear un gran número de piones en un acelerador de protones y permitir su desintegración pasando la materia por un gran bloque. Si el bloque es suficientemente grande, sólo lo atravesarían neutrinos con una interacción muy débil. Los piones, muones y otras partículas quedarían en bloque.
Al hacer este programa los tres físicos querían ver si el neutrino que surge de la desintegración de los piones era igual o no al que se produce en la betadesintegración. Podían decidir sobre cómo reaccionaban los neutrinos generados en el acelerador de partículas con los núcleos atómicos. Si como consecuencia de esta reacción aparecieran electrones y muones, los neutrinos serían del mismo tipo. Sin embargo, si sólo se formaran muones, habría dos tipos de neutrino (uno relacionado con el electrón y otro relacionado con el muón).
En el trabajo experimental realizado en 1960 se pasó por el detector 100 billones neutrinos y se generaron 51 reacciones. En todos los casos sólo se formaron muones y se decidió que había dos tipos de neutrinos.
El Premio Nobel de Química otorgado en 1988 a los investigadores alemanes Johann Deisenhofer, Robert Huber y Hartmut Michel ha creado polémica entre científicos. La entrega del premio no es cuestionable (ya que la investigación premiada ha sido muy buena) sino que se ha decidido si todos los premiados merecían o no.
Mediante la fotosíntesis, las plantas verdes transforman el dióxido de carbono y el agua en oxígeno y azúcares. La fotosíntesis hace posible la vida en nuestro planeta, con la que se genera el oxígeno necesario para la respiración. Tres investigadores alemanes han investigado la estructura del complejo molecular que hace posible la fotosíntesis. Se ha extraído la zona de reacción de la membrana de una bacteria fotosintética y tras su cristalización se ha estudiado la estructura mediante difracción de rayos X.
El trabajo ha sido fraccionado. Michel ha trabajado en un tramo difícil: la extracción de la zona de reacción y la cristalización. Los cristales obtenidos fueron entregados a Deisenhofer para su análisis estructural. Deisenhofer formaba parte del grupo de Cristalografía dirigido por Huber. En 1985 los investigadores anunciaron la consecución de toda la estructura del centro de reacción.
La polémica surge cuando se entrega el Premio Nobel. Algunos consideran injusto entregar el premio a Huber. Y es que Huber, como jefe del departamento de cristalografía, sólo firmó el artículo que anunciaba el descubrimiento y no participó en el trabajo. Hay quien dice que Huber firma todos los artículos que se publican en su sección aunque no participe en la investigación.
Otros, afirman que el premio debía otorgarse solo a Michel, quien ha realizado el verdadero descubrimiento cristalizando el centro de reacción. Según ellos, los demás sólo han realizado análisis cristalográficos convencionales.
En opinión de otros, en la designación del premio faltan otros bioquímicos que pueden ser pioneros del trabajo de Michel. Mencionan el nombre del norteamericano George Feher, entre otros.