Gatos, perros y otros animales domesticados tienen un gran éxito en la red. La bióloga Nerea Vallejo López, sin embargo, se interesa por los murciélagos. De hecho, se está realizando una tesis sobre ellos en la UPV/EHU, y aduce muchas razones para explicar por qué son animales tan interesantes: “La gente no los conoce, pero no porque estén ahí. En Euskal Herria hay 27 especies de murciélagos y 1.200 en el mundo. Son muy variados y además son como un mundo más. Por ejemplo, los de Euskal Herria viven de noche, y, como nosotros utilizamos la vista, ellos utilizan el barrido. Además, son voladores, viven en grupo... Tienen muchas cosas muy interesantes para realizar muchas investigaciones".
Destaca que son los únicos mamíferos voladores, lo que es evolutivamente muy especial. "Se mueven mucho, algunos pueden recorrer 30 km en una sola noche para ir a sus comederos", explica.
Recuerda que de pequeño le gustaban mucho los animales salvajes y que soñaba con ser veterinario o biólogo. Así, se graduó en Biología en la UPV/EHU. Allí hay un equipo que lleva años investigando murciélagos con los que realizó su trabajo de fin de grado. Ahora la tesis también se está realizando con el mismo equipo, tratando de conocer la ecología trófica del murciélago Geoffroy. "El murciélago Geoffroy es un pequeño murciélago que vive en Europa y yo investigo su dieta y cómo varía la dieta en función del tiempo, del paisaje que rodea a la colonia, etc.".
El origen del coronavirus podía estar en los murciélagos y, tal vez, era de suponer que se podía generar un movimiento u opinión contra ellos. Sin embargo, Vallejo niega que "es cierto que se habló mucho de murciélagos, pero los investigadores y divulgadores de murciélagos han hecho un gran y muy bueno trabajo para contextualizar esta información. Fueron divulgando desde el primer momento y hoy en día se realizan muchas actividades alrededor de murciélagos, como en la familia, para acercar a estos animales al público y no ser tan extraños”.
Es más, Vallejo ha recordado que en el año 2020 realizó los muestreos de tesis en verano, y que, en general, nadie puso problemas a buscar muestras para ir a su caserío o lugar. “Aunque mucha gente los haya conocido por eso, yo no he notado diferencias antes y después del COVID-19”.
Por lo tanto, Vallejo no se preocupa por la actitud de la gente, pero sí por la pérdida de hábitats de murciélagos. "Hay muchas especies de murciélagos amenazadas, también en Euskal Herria: casi todas están catalogadas como de interés y cuatro, creo, en peligro. En general, su mayor factor de riesgo es la degradación y desaparición de las madrigueras. En nuestro entorno las cuevas y casas antiguas, los caseríos son los principales refugios; a veces los de las cuevas también los encontramos en los caseríos. Y por otro lado están muy amenazados también los murciélagos que utilizan árboles y bosques como refugio".
Según Vallejo, las cuevas están muy degradadas y sufren un gran impacto cuando se realizan actividades de ocio y deporte de forma masificada. "Sin embargo, la gente respeta mucho en general", matiza.
Incluso con la desaparición de los caseríos pierden algunos refugios. Los murciélagos que viven en los bosques se guardan en el hoyo de los árboles viejos, pero no es tan fácil encontrarlos. "Nuestros montes están llenos de plantaciones, y en esos casos los murciélagos no han guardado dónde".
Tras el problema de las madrigueras, Vallejo ha señalado otro problema: la alimentación. "En los últimos años el paisaje de nuestro entorno ha cambiado mucho y se ha degradado mucho por la acción humana. Esto repercute directamente en la biodiversidad, de manera que se ha observado en todo el mundo la desaparición de insectos. La mayoría de los murciélagos vascos y mundiales comen insectos y, además, necesitan muchos insectos para sobrevivir".
Da un dato: en una sola noche pueden comer más de la mitad de su peso. Porque tienen un metabolismo rápido y necesitan mucha energía para volar y sacar adelante a sus crías. "Entonces, los murciélagos perciben el impacto que tienen sobre la biodiversidad los cambios de paisaje y la intensificación agraria".
Para Vallejo no es fácil que la gente entienda lo importante que es investigar los murciélagos. "Gracias a la divulgación que se ha hecho últimamente, la gente ha empezado a conocer los beneficios que producen en los ecosistemas: algunos, en los trópicos, son polinizadores o dispersan semillas; sobre todo en nuestro entorno, como comen tantos insectos, hemos empezado a investigar si tienen un efecto positivo sobre las plagas... pero creo que debemos ir más allá y dar valor natural a los murciélagos".
En definitiva, reivindica que tienen un papel fundamental en el ecosistema global y que su investigación es importante por su valor a los ecosistemas.
Acepta que el trabajo de investigador es duro, pero cumple mucho. Lleva tantos años estudiando primero y después investigando, le cuesta imaginarse. Así, aunque está abierto, le gusta investigar, y de momento lo abordará.