Itziar Gonzalez-Dios es investigadora del grupo Ixa y profesora del Departamento de Lengua y Comunicación Vasca en la UPV/EHU, que reúne en su actividad dos mundos opuestos: lingüística (Letras) e informática (Ciencias).
Partió de la primera: “Yo siempre he tocado de letras, no porque en ciencias no me arreglaba bien, sino porque me gustaban”. Así, se licenció en Filología Alemana por la UPV. Entonces surge la oportunidad de sumarse al otro ámbito: “En Donostia vi que ofrecían un máster en Análisis y Procesamiento de la Lengua y me atrajo. Me pareció muy nueva, diferente a lo que hice hasta entonces, y además estaba cerca de casa. Así que decidí probarlo, porque no me gustaba, perdería un año como mucho”, reconoce Gonzalez-Dios.
Pero le gustó mucho. “Para mí todo era totalmente desconocido. No sabía dónde estaba entrando, así que no tenía miedo. En el bachillerato no di Matemáticas, y quizás me costaba algo más entender que a alguien que venía de otra rama.Pero, al fin y al cabo, en el máster todos éramos lingüistas o informáticos, nos ayudábamos mutuamente. Aquella colaboración fue muy bonita”.
Dice que desde pequeños nos enseñan que hay dos mundos, las Letras y las Matemáticas, como si estuvieran completamente aparte, pero en realidad son complementarios. En su tesis, por ejemplo, utilizó recursos como la computación, la estadística y fueron fundamentales para avanzar en la lingüística: “Por ejemplo, para medir la frecuencia de una palabra. Imagina si tuviera que contar a mano cuántas veces aparece una palabra en un corpus… Para eso están las máquinas”.
Pero no sólo desde el punto de vista de la potencia o de la eficiencia, sino también de cómo hacer las cosas. De hecho. Para ordenar qué hacer a la máquina hay que dar instrucciones detalladas. Así, ha tenido que aprender a programar. “Y sigo aprendiendo constantemente”, dice Gonzalez-Dios.
Reconoce que es híbrido, humorístico: “Así nos llamamos los miembros del equipo Ixa”. Actualmente trabaja en el departamento de Lengua y Comunicación Vasca de la Escuela de Ingeniería de Bilbao. De hecho, presentó su tesis hace tres años. Como investigador postdoctoral le ofrecieron la sustitución y tras realizar algunas sustituciones, sacó el año pasado la plaza de profesor adjunto. Desde entonces se dedica a la docencia y la investigación.
No es fácil conciliarlos, sobre todo por falta de tiempo. Le parece que la enseñanza le resta tiempo para investigar, pero reconoce que se aprende mucho: “Por ejemplo, después de cualquier explicación, uno te tira: ¿Y por qué es así y no así? Eso te hace pensar y te obliga a tener en cuenta otras opciones. Y eso es bueno para que luego esté abierto a la investigación”.
Ahora, enseñando a las máquinas a tener “sentido común” a través del lenguaje. Es un tema en el ámbito de la inteligencia artificial y reconoce que todavía están en sus inicios. En el futuro, se ve avanzando en el camino. Pero no tiene ninguna duda de que si quedara fuera de él encontraría algo: “No sé estar sin hacer nada”.
Nació en Pasai San Pedro en 1988. Licenciado en Filología Alemana, cursó el Máster en Análisis y Procesamiento del Lenguaje. A continuación realizó la tesis (Propuesta para el análisis de estructuras sintácticas complejas en euskera y la simplificación automática de textos), bajo la dirección de María Jesús Aranzabe y Arantza Díaz de Ilarraza. Investigador en el grupo Ixa desde 2010 y actualmente profesor adjunto en la Escuela de Ingeniería de Bilbao, en el departamento de Lengua y Comunicación Vasca.