“Me parece necesario que las personas que somos diferentes tengan cabida en la ciencia”

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. Olatz Ortega Vidales. Fernando Gómez/UPV

En el perfil de la red social X de Olatz Ortega Vidales aparece escrito: "Biología (base de la vida) | Ecotoxicología (Un método para salvar la vida)". Por lo tanto, desde el principio deja claro que ambos temas son de vital importancia para él.

De hecho, al elegir los estudios universitarios, optó por el grado en biología: "La biología es para mí una ciencia que explica la vida misma, es decir, los ecosistemas y sus interacciones". Y a continuación realizó un máster en ecotoxicología: "Y ahí aprendimos el otro lado: cómo afecta la contaminación de origen humano a todos los demás seres de nuestro planeta. Además, y dado un poco de vuelta, también aprendimos la biorremediación, es decir, cómo afrontarla con la naturaleza", explica Ortega.

Esta es la perspectiva optimista con la que está trabajando ahora. Considera que además es adecuado para superar la ecoansiedad que actualmente se está extendiendo en la sociedad. "En las personas que se mueven en torno al ecologismo existe una gran preocupación o sentimiento de responsabilidad que genera una gran preocupación por lo que tenemos que hacer y lo que podemos hacer. Esta sensación es especialmente notoria entre las personas de 20 a 25 años, por lo que poco a poco estoy intentando darle la vuelta, haciendo entender lo que podemos hacer cada uno de nosotros. Al final, la crisis climática y social, a pesar de que nos preocupan problemas tan grandes y tan globales, que no nos lleven a parar, a paralizarnos".

Ortega no está parada: "Estoy trabajando en la Estación Marítima de Plentzia, en el proyecto "Ojo, no me pises". Es muy diferente al resto de proyectos que se realizan en la estación, ya que se trata de un proyecto de ciencia ciudadana, por lo que la ciudadanía es un participante activo. ¿Y qué hacemos? Pues conocemos, identificamos y analizamos los organismos invisibles que viven en la arena".

El dicho dice que lo que no se conoce no se puede amar. Y ese es el objetivo del proyecto: "Conocerse, llegar a amar y, queriendo, a ser una pasión por defenderse". Explica que los participantes son profesores y alumnos de la ESO de cualquier centro, por ejemplo de diversificación y escuela combinada.

Contra las distinciones

También participan las asociaciones, con lo que quieren trabajar la inclusividad: "Nuestra intención es que así el proyecto sea más democrático. Y queríamos poner el acento en grupos que normalmente no están tan presentes en la ciencia. Estos son algunos de los grupos que pueden sufrir una exclusión social, por ejemplo, los grupos que agrupan a personas con discapacidades físicas o psíquicas: personas con discapacidad auditiva o visual, espectros del autismo... Hay mucha diversidad y queríamos que todas las disidencias tuvieran cabida en nuestro proyecto".

Según Ortega, es un gran proceso de empoderamiento para los miembros de estos grupos desde el punto de vista de la creación de la comunidad. Y, por otro lado, para los científicos, es muy enriquecedor: "Yo estoy estudiando mucho, y hoy en día en ciencia me parece imprescindible que las personas que somos diferentes tengan cabida. Es verdad que es muy difícil, en una ciencia tan jerarquizada y tan noruega, pero estamos haciendo camino, y creo que estamos bien. Por lo menos, el feedback recibido es muy positivo, y yo estoy muy contento, con lo que estoy aprendiendo y con lo que estoy creciendo".

Por supuesto, cuando empezó a estudiar biología no se imaginaba que iba a trabajar en un trabajo de estas características, pero ha recordado que siempre ha trabajado con gente que le ha gustado, y que ha tenido diversidad, "tanto la biodiversidad como la diversidad entre las personas". Sin embargo, reconoce que hay que aprender a hacer ese trabajo.

En este sentido, desearía realizar el doctorado. Sin embargo, dice claramente que es muy difícil conseguir una beca de doctorado para este tipo de proyectos. “De hecho, la ciencia ciudadana es un concepto relativamente nuevo en el ámbito científico, y en los documentos de solicitud de doctorado no se incluye ni en el ámbito de las ciencias puras ni en el de las ciencias sociales. Por lo tanto, es muy difícil entender qué es y hacer ver la necesidad de este tipo de proyectos. Parece más importante investigar un parásito (y no quiero decir que no sea importante) que impulsar proyectos que requieran la participación de todos”. En cualquier caso, no ha perdido la esperanza y tiene una firme intención de seguir adelante con el proyecto.

Olatz Ortega Vidales
Olatz Ortega Vidales nació en Bilbao en 1997. Trabaja por una ciencia más democrática e inclusiva. Tras estudiar Biología en la UPV/EHU, se trasladó a Suecia para trabajar en torno al empoderamiento de las personas LGTBIQ+ y las personas con discapacidad intelectual. Posteriormente estudió el máster Erasmus Mundus en Ecotoxicología de la UPV/EHU. Actualmente está trabajando en la divulgación de la ciencia en la sociedad, entre otras cosas, "Ojo!" de la Estación Marítima de Plentzia. ¡No me pises!" forma parte del equipo investigador del proyecto inclusivo de ciencia ciudadana. Ortega sigue formándose para poner el medio ambiente y la protección en el centro.
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