Una mujer denuncia una violación. La policía investiga lo ocurrido y detiene a un sospechoso. Todas las pruebas apuntan a que el violador es sospechoso. Sin embargo, el análisis del ADN sitúa la investigación en una nueva dirección: analizando el ADN extraído de las células orales del sospechoso y la muestra de semen recogida en el cuerpo de la víctima, se observa que sólo 7 de los 13 marcadores analizados son compatibles. Así comienza el capítulo "Bloodlines" de la serie CSI (2004). A lo largo del capítulo se demuestra que el violador ha sido acusado y que la discordancia de los análisis genéticos se debe a un problema genético del sospechoso. Este trastorno genético, denominado quimerismo, hace que el organismo disponga de líneas celulares de distinta información genética.
El quimerismo no es ficción, existe en la vida real y, aunque no sabemos con qué frecuencia aparece, se cree que es raro. Las quimeras individuales se pueden formar por diferentes motivos, uno de ellos relacionado con los embarazos gemelos: si dos óvulos creados simultáneamente se fecundan con sendos espermatozoides, los resultados gemelos varían, pero si en los primeros estadios de desarrollo embrionario las células de ambas fecundaciones se unen, el resultado será un individuo quimérico. Esta extraña condición se ha demostrado en unos pocos casos reales (unos 30) y siempre en circunstancias especiales.
Sin embargo, la presencia de células con distinta información genética en organismos pluricelulares no es exclusiva del quimerismo. Hay otro fenómeno en el que las células presentan diferencias genéticas puntuales: el mosaico. Esta condición se debe a la presencia de variantes genéticas en algunos de los millones de células somáticas de organismos pluricelulares. Una de las causas es la mutación de novo en una célula embrionaria. Estas mutaciones no se transmiten a la siguiente generación (esto ocurriría sólo si se tratase de células germinales), pero podría extenderse a células derivadas. Hipotéticamente, si la mutación se produce al inicio del desarrollo embrionario, una proporción significativa de las células del individuo adulto podría sufrir mutación, mientras que el resto de las células tendrían información original. Como los procesos de división celular se producen a lo largo del desarrollo en millones de ocasiones, el mosaico genético es habitual. Se dice que todos los seres humanos tenemos algún grado de mosaico. Trabajos recientes en los que se demuestra la heterogeneidad en el genoma de las neuronas de un individuo o en la secuencia del genoma mitocondrial de los distintos tejidos de un individuo han revelado que esta condición es muy común.
Volviendo al campo forense, ¿el quimerismo y el mosaico pueden causar problemas a la hora de interpretar las pruebas de ADN?
En medicina forense, las pruebas de ADN se utilizan en muchos campos, pero se utilizan principalmente para determinar las relaciones de maternidad y/o paternidad y para identificar indicios de acción criminal o catástrofe. En estos casos, las pruebas de ADN se utilizan para comparar los perfiles genéticos de las diferentes muestras biológicas. Un perfil genético indica la combinación de alelos en los marcadores genéticos que se analizan en una muestra biológica. Normalmente se analizan pocos marcadores (unos 13) pero muy polimórficos de un individuo a otro. Esto es suficiente para los casos forenses, ya que se basa en dos consideraciones: la primera indica que cada persona tiene un perfil genético único y la segunda, que cada perfil genético es único, excepto para los gemelos iguales o monocigóticos, que comparten la misma información genética. El quimerismo y el mosaico cuestionan la primera afirmación y el mosaico la segunda, por lo que puede ser un problema para resolver ciertos casos forenses.
Se puede detectar el mosaico si en diferentes muestras de una misma persona aparece discordancia en algún marcador del ADN pero no en el resto. Sin embargo, en algunas situaciones, como el cáncer, aumentan las diferencias genéticas entre las células de un mismo individuo, lo que puede dar lugar a una interpretación errónea de los perfiles genéticos. Sabemos que en los procesos de cáncer se produce una inestabilidad genética que puede llegar a alterar el genotipo del 68% de los marcadores STR (marcadores utilizados habitualmente en la actividad forense). Por ello, conocer si un individuo implicado en una investigación forense está sufriendo algún proceso de cáncer puede ser importante para interpretar perfiles genéticos discordantes, ya que puede ser debido al mosaico.
El quimerismo es una condición más compleja, más difícil de detectar y que afecta más a los errores que se puedan cometer durante la interpretación del análisis del ADN. Ejemplo de ello son algunas situaciones de quimerismo en las que los individuos tienen simultáneamente unas células con factores genéticos propios del sexo femenino y otras propias del sexo masculino. En estos casos, los análisis de ADN para determinar el sexo suelen dar resultados erróneos o ambiguos. Al tratarse de brotes raros (al menos eso se cree), puede pensarse que su impacto en la actividad forense es mínimo. Y quizás sea así, y pocos sospechosos de quimerismo han escapado a una acusación debido a discordancias entre el perfil genético de sus células orales y los restos biológicos de una acción delictiva. No obstante, conviene saber que actividades cada vez más habituales como el trasplante de médula ósea o la fecundación in vitro aumentan la probabilidad de sufrir un quimerismo.
En los próximos años es posible que los sistemas de identificación forense utilicen técnicas más sensibles y precisas para el análisis del ADN. Y es posible que sepamos con qué frecuencia realmente aparece el quimerismo en los seres humanos y que tengamos procedimientos eficaces de detección. Sin embargo, mientras no llegamos a este punto, las diferencias puntuales que se producen como consecuencia del mosaico se están utilizando para diferenciar los perfiles genéticos de los gemelos monocigóticos, a priori iguales. Este ejemplo ilustra cómo el conocimiento científico ayuda a que la situación problemática presente una oportunidad de nuevas aplicaciones.