Los animales siempre buscamos patrones, porque es importante para nuestra supervivencia. Desgraciadamente, este deseo de encontrar patrones nos lleva a pensar que incluso cuando no hay ningún patrón nos encontramos, es decir, a engañarnos. Y corremos el riesgo de caminar como las palomas de Skinner, bailando la lluvia unos y otros en terapias alternativas, convencidos de que todo, como la paloma, funciona.
Visto recientemente en televisión: Un pescador gallego explica al periodista cómo se pesca el pulpo. Una vez extraído del agua, lo más importante es golpearlo contra las rocas, ya que en el resto su carne queda muy dura. En ese golpeo hay que prestar mucha atención: hay que darle un número impar de golpes, nunca par. Con 13 o 15 golpes queda muy blando y con 12, 14 o 16 muy duro. Quien ha pasado toda su vida en pulpo sabe perfectamente qué y cómo hacerlo.
Yo nunca he atrapado el pulpo, menos golpeado contra las piedras, pero creo que ese comportamiento no tiene ni patas ni cabeza, y creo que ese pescador está a la altura de las palomas de Skinner, tratando de influir en lo que no se ve afectado. Si alguien quiere convencerme de lo contrario, me puede mostrar un mecanismo posible o un experimento bien hecho. ¿Cuántas veces no vemos este tipo de creencias?
Por mencionar un tema que está recobrando fuerza en Euskal Herria, estudié la Luna, porque muchos creen que hay que tener en cuenta las luna y no sólo en el mundo rural. Quien cree que sabe algo de esto le cuenta que la madera hay que hacerla en luna nueva, ya que entonces los troncos están en árido. Sí, sé que la Luna produce las mareas, pero también sé que la atracción gravitatoria de la Luna es diez millones de veces menor que la de la Tierra, por lo que difícilmente puede marcar diferencias en la cantidad de agua que tiene un tronco. Es más, sé que la capacidad de acceso al agua de las plantas (su potencial hídrico) está relacionada con la humedad de la tierra y el aire, que en un solo día pueden producir una diferencia mucho mayor que la atracción gravitatoria de la Luna durante todo el mes. Además, si este tema del agua fuera tan evidente, ¿los árboles no tendrían que marchear en la luna nueva y esmerarse en luna llena? ¿No he tenido en cuenta algo? ¿Qué he olvidado? Lo mejor es consultar a expertos.
Hablar con alguien que dice saber mucho de la influencia de la Luna y hacer algo cada vez más increíble. En primer lugar, la de la Luna Nueva a la que me he referido más arriba, como el haya, para árboles con una arista de hojas lisa. Para los robles y para los que como él tienen el filo aserrado, la mejor época de la luna menguante (o, según el pueblo, luna llena). He tratado de hacer un listado de especies de hoja lisa y aserrada con algunos expertos, pero ¡no coincidan! Para uno liso, y por tanto a cortar en luna nueva, para el otro aserrado y diarrea. Y todavía no he encontrado ninguna duda en su clasificación.
Pero sigamos adelante. Como cualquier experto te explicará, la Luna tiene una gran influencia no sólo para el ambiente. Si no lo tienes en cuenta para sembrar o plantar en el campo, para cortar el pelo, para esparcir el estiércol, para matar el cerdo y para otros trabajos de la vida cotidiana, tienes que ver los rojos. Quizás por eso a mí me hubiera gustado el casco, quizás por eso empecé a despejarlo...
En estos casos, las relaciones con la atracción gravitatoria de la Luna, con las mareas o con quien quieras son cada vez más oscuras. Pero los expertos insisten en que sí. Y de pronto aprenderás que, dicho por el experto más experto, hay otra cosa muy a tener en cuenta para la ventilación, el sector, el corte de pelo, la expansión del excremento o la matanza del cerdo: nunca olvides que el viernes cambia la Luna, es decir, que funciona como si fuera un cuarto menguante a pesar de estar en la luna nueva. Claro, sin duda, y todos te cuentan, además, cómo se pudrió la madera en un caso en el que no cumplieron la norma, se abrió el estiércol pero no creció la planta, cómo se tejió el cerdo, que tuvieron que tirarlo todo. ¿Y el motivo de esta cuestión de los viernes? Muy simple: Jesucristo fue asesinado el viernes.
Esta cuestión de la Luna, al igual que otras creencias antiguas, tendrá un gran interés etnológico. Muchos afirman que mantener estas viejas costumbres no supone ningún daño. Un amigo mío, sin embargo, está aburrido de organizar su vida en función de la Luna, pero decirle al abuelo que ese fin de semana tienes otro plan, que la próxima vez abriréis el excremento.
Me preocupa una cosa: ver lo que nos engañamos, cómo la gente moderna, bien entrenada, cae una y otra vez en la creencia y el anticientifismo. Lo que en la Edad Media era comprensible hoy me parece inexcusable. Pero bueno, el mundo está lleno de palomas de Skinner.
En otro caso tendré que escribir con homeopatía.