Un artículo publicado en la revista Nature ha generado polémica. En este artículo, un equipo de la Universidad de Pennsylvania ha propuesto que los árboles son capaces de controlar con precisión la temperatura de las hojas. Según ellos, los árboles, con inviernos o veranos y situados al norte o al sur, consiguen no alejar la temperatura de sus hojas de los 21ºC. Pero hay expertos que cuestionan si las mediciones se han realizado correctamente.
Mantener la temperatura de las hojas casi constante puede ser importante para el árbol desde el punto de vista de la fotosíntesis, ya que es un proceso muy sensible a la temperatura. Y la temperatura de 21ºC es la adecuada para realizar la fotosíntesis. Un ligero enfriamiento o calentamiento hace que la fotosíntesis pierda eficacia. Por lo tanto, parece lógico controlar la temperatura de las hojas.
Sin embargo, la química de los árboles no es la del animal más grande, no pueden controlar la temperatura mediante reacciones químicas. Pero utilizan otros sistemas. Pueden cambiar el ángulo de las hojas para que reciban más o menos calor del Sol. Además, los abetos y muchos árboles del norte acumulan sus hojas entre sí para formar capas de aire que les protegen del frío. Por otra parte, los estomas de las hojas también pueden controlar la temperatura de la hoja abierto y cerrado.
La pregunta es la precisión con la que los árboles controlan la temperatura mediante estos sistemas. Según las mediciones del equipo de Pennsylvania, el control es muy preciso. Otros investigadores han criticado el sistema de medida.
El equipo de Pennsylvania ha estudiado los átomos de oxígeno del tronco del árbol, concretamente la proporción entre dos isótopos del oxígeno (16 de oxígeno y 18 de oxígeno).
En el aire esta proporción varía con la temperatura y la humedad. Por ello, con el dato de un momento y lugar determinado, se puede comparar con la proporción de isótopos acumulados por el árbol en el tronco. En caso de existir diferencias se considera que se debe a la temperatura natural de las hojas, de donde se puede calcular la temperatura en ese momento. Así ha medido el equipo de Pennsylvania la temperatura de sus hojas.
Sin embargo, los resultados de estas mediciones no coinciden con los realizados desde hace tiempo y con métodos más correctos. Por ejemplo, la colocación de termopares en las hojas ha permitido a algunos investigadores medir temperaturas muy variables en las hojas. También el alemán Körner, investigador que midió la influencia de las capas de aire entre las hojas, ha criticado el método de medida, ya que los árboles no crecen en todo momento y, por tanto, no acumulan el oxígeno en el tronco.