Torio: ¿nueva generación de centrales nucleares?
El físico italiano Carlo Rubbia, ganador del Premio Nobel de Física en 1994, presentó el pasado mes en Ginebra el proyecto de una central nuclear que utilizaría el uranio como combustible y el torio. Rubia explicó que un recipiente con 30 metros cúbicos de agua, 300 kg de torio y un acelerador de partículas que iniciara una reacción de fisión son suficientes para alcanzar una potencia de 100 megavatios.
Una central de 10 grupos de este tipo, con un coste mucho menor, se obtendría la misma potencia (900 MW) que la actual central de uranio convencional: 30.000 millones de ptas. (1.500 millones de libras). El acelerador de partículas funciona como cañón de neutrones. Los neutrones chocan con los átomos de torio, convirtiendo al torio en uranio 233.
Este uranio posterior se convierte en cenizas de baja radiactividad, liberando neutrones en esta reacción. Estos neutrones son aspirados por el torio para dar continuidad al ciclo. La liberación de neutrones se acompaña de liberación de energía, calor. Este calor, al igual que en las centrales nucleares convencionales, sería utilizado para calentar el agua y accionar las turbinas. El apagado del acelerador de partículas interrumpe la reacción de fisión. Por tanto, el proceso es fácil de controlar, siempre en palabras de Rubia.
Torio relativamente abundante en la naturaleza y barato en la zona del uranio. Además, los restos de fisión del torio son radioelementos de vida media que permanecen radiactivos durante unos 200 años, mientras que los de uranio duran mucho más. Otra ventaja adicional sería que la central de torio no sirve para el uso militar. Rubia explicó que si se consigue dinero para poner en marcha el proyecto, en un plazo de 5 años el primer prototipo estaría trabajando.
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