El sonido del océano cambia

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Los investigadores afirman que en el Antropoceno se ha producido una propagación del sonido de las actividades humanas en el océano. Ed. Comida en el Winde
Los científicos afirman que el sonido del océano está cambiando debido a las actividades humanas en el mar. El sonido es fundamental en el entorno sensorial marino, ya que es la señal que viaja más lejos en las aguas oceánicas. Al ser un sentido fundamental en muchos animales marinos, los investigadores afirman que el ruido de las actividades humanas provoca una gran confusión. Han considerado como negligencia que todavía no exista una legislación sólida que fomente la transición del ruido marítimo antropogénico y han pedido limitar la contaminación acústica en los acuerdos internacionales vinculantes.
 
A través del sonido, los animales interpretan el medio marino. El sonido llega más lejos y más profundo que la luz o cualquier compuesto químico. Sirven para explorar el entorno, navegar, cazar, crear cohesión grupal, proteger el territorio, difundir los gritos de muerte y comunicarse con miembros cercanos y lejanos, tanto de su especie como de otras especies.
 
Los bacalaos y los meros del Atlántico utilizan los sonidos para reunir al grupo y coordinar las tareas de puesta de huevos. Las quisquillas producen el sonido de "chasquido" para aturdir a las presas, hasta llegar a sonar fuertes "craskadas" en hábitats costeros con fuertes colonias de camarones. Delfines, cachalotes y mazopas tienen sofisticados sistemas sonares para encajar y perseguir a las presas bajo el agua. Las larvas de los invertebrados de los arrecifes oyen los sonidos de estos paisajes para elegir dónde se asentarán. Y las ballenas jorobadas cantan canciones complejas en el dialecto de la comarca como demostración de su capacidad reproductiva. Cada ecosistema marino tiene su propio canto.
 
Océanos ruidosos humanos
 
Sin embargo, con el inicio del antropoceno se ha extendido en el océano el sonido incursivo de las actividades humanas: los estudios sísmicos para la detección de depósitos de petróleo y gas producen sonidos continuos de alta energía, baja frecuencia y corta duración; las sondas de escaneo del fondo marino, los sonidos de alta frecuencia; los militares utilizan sonares de variada frecuencia para detectar los barcos submarinos; las labores de perforación de los parques de viento marinos y el ruido de las turbinas se convierten en grandes vías de navegación más largas en más largas más largas en más largas en más alejadas durante los últimos 50 años.
 
El ruido antropogénico ha modificado los sonidos propios del océano, como las biofonías y las geofónicas, creando nuevos ruidos en muchos lugares y haciendo desaparecer el canto natural del mar, desorientando y desplazando a los animales, vaciando los ecosistemas de los arrecifes coralinos.
 
Un review publicado por la revista Science revela la existencia de pruebas consistentes de que el ruido antropogénico afecta a mamíferos marinos, peces, invertebrados y aves. Algunos animales son capaces de alterar la frecuencia de los sonidos que producen, para que sean escuchados por sus compañeros, pero en otros condicionan totalmente la audición, provocando cambios fisiológicos y de comportamiento significativos; por ejemplo, las larvas de los invertebrados se fijan en una zona inadecuada debido a la antropofonía, poniendo en peligro la viabilidad de los animales adultos.
 
Aquí se pueden escuchar los sonidos grabados por los investigadores en el océano: peces, mamíferos, crustáceos, insetos, hielo, agua e incluso humanos.
 
Ya es hora de tomar medidas
 
Los autores del trabajo han llegado a la conclusión de que es urgente una evaluación sistemática del ruido marítimo antropogénico, al igual que se hace con la emisión de CO2 y los contaminantes orgánicos emitidos; en otro caso, si no se dispone de datos sistemáticos se ignora el problema. Además, se recuerda que a diferencia de otras fuentes de contaminación, una vez eliminada la fuente sonora, el ruido antropogénico no persiste en el medio ambiente, por lo que las medidas adoptadas pueden tener efectos positivos casi inmediatos.
 
Así han representado el futuro en función de las medidas que se adopten:
 
Ed. Kaust, Xavier Pita, adaptado de la revista Science
 
Existen soluciones tecnológicas que la industria marina puede adoptar para atenuar el ruido, pero no son suficientes, según los investigadores. La economía basada en el océano va en aumento y se prevé que para 2030 se duplique su contribución al producto interior bruto mundial. Por lo tanto, en el Año Internacional del Sonido se ha solicitado la limitación legal del ruido antropogénico. No sólo en la legislación nacional, sino también en los acuerdos internacionales vinculantes que consideran necesario limitar la contaminación acústica.
 
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