En la Universidad Estatal de Oklahoma (EE.UU.) se ha descubierto la forma de introducir nanotubos en matrices de polímeros. Cuando en 1991 se consiguió la fabricación de nanotubos de carbono se esperaba que sustituyeran a las fibras de carbono, mucho más duras y resistentes que ellas. Pero los nanotubos, al mezclarse con los polímeros, se apilaban y el material no se podía utilizar.
Ahora se han intercalado las capas de nanotubos monoléculas con capas poliméricas superpuestas. Para ello, alternativamente, han introducido el material en un agua con los nanotubos dispersos y en una solución de polímeros, lo que permite la adhesión de capas de nanotubos o polímeros a la superficie. Para hacer más duro el material, al añadir cada capa, se han pegado grupos químicos a los nanotubos.
Finalmente, la mitad del material está formado por nanotubos. Y tan ligera como la fibra de carbono, pero seis veces más fuerte que ella, y tan resistente como los duros materiales cerámicos empleados en ingeniería.