En el este de Estados Unidos, una decena de herbívoros Cygnus buccinator quieren enseñarles cómo hacer la migración en otoño. Son aves prisioneras y cuando fueron liberadas en la naturaleza no sabían cómo y dónde iban a migrar.
Como profesores han utilizado la aleta motora de delta y como están acostumbrados desde niño al ruido del motor han recorrido 160 kilómetros.
El próximo año el recorrido será más largo y se dirigirán hasta Canadá. A partir de ahí, los cisnes sólo tendrán que andar en su entorno natural, sin la ayuda del hombre.