La investigación llevada a cabo en el Instituto del Envejecimiento de Estados Unidos ha durado veintisiete años (los rhesus macacos viven una media de 27 años). Los individuos analizados se han dividido en dos grupos: a unos les ha dado una dieta baja en calorías (entre 1 y 14 años), un 30% menos de calorías que a los del grupo de control; a otros les empezó a dar esa dieta (a partir de los 14 años) siendo más mayores. En ambos grupos, los animales tratados no han sobrevivido más que en el grupo de control.
Además de analizar la longevidad, los investigadores han realizado durante estos años un seguimiento de diversos parámetros relacionados con la salud y el envejecimiento. Se han medido los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en animales, así como la aparición de diabetes, cáncer y problemas cardiacos en la vida.
En este caso, se han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre los macacos que han recibido y no han recibido una dieta baja en calorías. Por ejemplo, el nivel de colesterol de los macacos tratados es menor que el de los no tratados, pero no el de las hembras, y también se han encontrado diferencias en los niveles de triglicéridos y glucosa, aunque la mejora sólo es notable en el caso de los macacos iniciados en la madurez con la dieta. En general, los “síntomas” asociados al envejecimiento se presentan más tarde en los macacos que han recibido en la dieta baja en calorías, a excepción de las enfermedades del corazón.
A la luz de los resultados, los investigadores consideran que hay que considerar por separado los efectos de la dieta baja en calorías sobre la salud y la longevidad, ya que no se puede deducir una de ellas.
Los resultados del estudio del Instituto del Envejecimiento no coinciden con el aumento de la longevidad observada en otros seres vivos asociados a una dieta baja en calorías. Es más, no coinciden con las conclusiones provisionales de otra investigación iniciada en la misma época con los rhesus macacos. Este segundo estudio se ha realizado en el Centro de Investigación de Primates de Estados Unidos, y según sus datos, existe una diferencia significativa entre la vida de los macacos que han recibido y no han recibido una dieta baja en calorías.
Ambas investigaciones son diferentes y, por tanto, perfectamente comparables. En el segundo, sólo han participado jóvenes macacos, y aunque la dieta es equivalente, en ambas investigaciones las fuentes de alimentos han sido diferentes. De hecho, los investigadores del Instituto del Envejecimiento consideran que estas diferencias dietéticas son las claves de las diferencias entre los resultados, por lo que es necesario tener muy en cuenta estas variables en el diseño e interpretación de nuevos estudios.