Los barcos que van sin carga llenan los tanques de lastre con agua para ganar peso y estabilizarse. Liberan el agua al atracar y, junto con el agua, muchas máquinas vivas. Las especies extrañas generan grandes problemas ecológicos y a los barcos que realizan largos viajes se les pide que cambien el agua de lastre antes de su llegada al puerto. Pero son pocos los que lo hacen porque se necesita tiempo y se puede inestabilizar el envase.
Sin tener en cuenta los problemas ecológicos, los ingenieros japoneses proponen un método para combatir la oxidación de los tanques de lastre: adición de nitrógeno al agua. Enriquecer el agua con nitrógeno es fácil y barato y ha dado buenos resultados. Casualmente, este método sirve para evitar la contaminación ecológica, ya que sin oxígeno la mayoría de las especies fallecen.
Un biólogo del Aquarium de la bahía californiana de Monterry analiza la influencia de este tratamiento en tres animales marinos. En concreto, ha visto que las larvas de cangrejos, mejillones y gusanos que se han convertido en invasores en Estados Unidos mueren en dos o tres días. La duración de los cruceros es de semanas. No sirve para bacterias, pero es el principio.