El robot marino Papa Mau acaba de llegar a Queensland, Australia, después de 365 días en el mar, tras salir de San Francisco (EEUU). Se trata de un viaje de 16.668 km, el más largo de la historia de un vehículo autónomo, según la empresa estadounidense Liquid Robotics, creadora del robot.
Pero este récord de longitud no era el objetivo principal de este viaje. “Pusimos en marcha estos viajes por el Pacífico para demostrar no sólo que estos robots eran capaces de sobrevivir en alta mar y de realizar un largo viaje, sino sobre todo de que son capaces, incluso en el lugar más lejano, de recibir y enviar datos oceanográficos en tiempo real”, afirma el director de Bill Vass Liquid Robotics. Los robots llevan diferentes dispositivos para medir la temperatura del agua, la salinidad, la fluorescencia, el oxígeno, las olas, etc. Así, por ejemplo, Papa Mau ha medido en este viaje un fitoplancton de 1.200 km.
Otros tres robots como Pap Mau también fueron embarcados. Es conocido como el planeador de las olas (Wave Glider). Dos partes enlazadas, una sobre la superficie del mar y otra bajo el agua, unos metros por debajo. Y gracias a esta estructura avanzan aprovechando el movimiento de las olas. El segundo robot, Benjamín, está previsto que llegue a Australia a principios del año siguiente, y los otros dos se dirigen a Japón, aunque uno de ellos está retrocediendo a Hawai porque necesita unas reparaciones.