Los investigadores chinos han estudiado muestras lunares procedentes de la misión Chang'e-5 y han calculado que la roca más joven de la Luna tiene 2 mil millones, es decir, han demostrado que la Luna fue geológicamente activa al menos hasta entonces, y han demostrado que el volcanismo de la Luna sobrevivió a lo esperado, 800-900 millones de años más que antes. Los resultados de las investigaciones han sido publicados en tres artículos en la revista Nature.
El año pasado, la misión china Chang'e-5 tomó muestras de la Luna, con un total de 1.731 gramos. Es la primera muestra recogida en los últimos 40 años. La roca más joven tomada en las misiones Apollo tenía entre 2,8-2,9 mil millones de años. Sin embargo, para una información más completa se necesitaban más muestras, por lo que una de las tareas del Chang'e-5 es analizar la actividad magmática más joven de la Luna.
Según han explicado, la superficie que vemos cuando miramos a la Luna con un telescopio se debe a la colisión de muchos asteroides con ella durante miles de millones de años. Las regiones más antiguas han tenido más cráteres de impacto con el tiempo y las regiones con rocas más jóvenes tienen menos cráteres. Aprovechando este hecho, los investigadores eligieron el lugar denominado Oceanus Procellarum para aterrizar las misiones Chang'e-5, como testigo de una erupción volcánica reciente de la Luna.
Mediante el estudio de los radioisótopos, el grupo ha analizado 47 fragmentos de roca, datando la más joven de la Luna en 2 mil millones de años. Al ser más joven de lo que esperaban, también han investigado por qué. Una de las hipótesis sería la producción de una fuente de calor, pero no han encontrado evidencia de ello. Otra hipótesis es la cantidad de agua del manto. Es posible que el manto tenga mucha agua, lo que hace que el vulcanismo dure tanto tiempo. Pero no han podido asegurar nada. Para ello, los investigadores han afirmado que es necesario seguir explorando la Luna y estudiando muestras.