La investigación de las drogas y/o remedios futuros puede provocar a medio plazo efectos más negativos de lo esperado. En Australia ya se han dado cuenta de este peligro y han advertido que muchos organismos oceánicos están en vías de extinción.
Biólogos de la Universidad de Queensland han denunciado que, impulsados por varias empresas productoras de fármacos, los organismos marinos están siendo explotados sin medidas, sin conocer las consecuencias de esta actividad. Se sabe que la idea de que todos los organismos sumergidos pueden servir para producir curas es totalmente corrupta, pero los biólogos han denunciado que cuando hay intereses econóricos se olvida eso.
Estos biólogos se han mostrado partidarios de promover formas más adecuadas de producción de remedios, eliminando comportamientos inútiles, y para ello han propuesto explorar diferentes vías. Entre estas vías alternativas, por ejemplo, se considera como solución adecuada la creación de centros de investigación acuacultural a través de la implicación del personal de los laboratorios.