Filósofo, matemático, escritor y político alemán vio la luz en Leipzig en 1646. Era muy rápido y sus profesores decían que su curiosidad era insaciable. A los 12 años sabía hablar en latín, era capaz de comprender el griego y conocía la filosofía de Aristóteles. En opinión de muchos, el hecho de haber llegado a todos los ámbitos le ha llevado a no aportar una contribución fundamental en un mismo ámbito.
En 1661 estudia Derecho en la Universidad de su ciudad natal y se dedica a las matemáticas. En 1663 presentó su tesis titulada Disputatio metaphysica de principio individui. Ese mismo año empezó a estudiar matemáticas, jurisprudencia e historia. En 1664 comienza a enseñar filosofía, defendiendo que los principios del derecho tienen relación directa con la filosofía y con el equilibrio del universo.
En 1666 publicó De arte combinatoria sobre cálculo diferencial. Intentó crear un nuevo alfabeto de los pensamientos humanos, cuya combinación era el origen de todas las manifestaciones de la razón.
En los años siguientes se formó en las tareas de la política como ayudante del conde de Boynerburg. En 1672 se trasladó a París con tareas diplomáticas. Allí tuvo la oportunidad de contactar con Melebranche, Arnauld y los pensadores cartesianos. También conoció en la misma ciudad las teorías más importantes de Huygens y de las matemáticas de la época. En 1673 se trasladó a Londres. Allí también conoció a muchos filósofos, matemáticos y científicos y se unió a la Royal Society. Sin embargo, fue allí donde presentó la calculadora de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, más completa de lo que inventó Pascal.
En 1676 descubrió el cálculo infinitesimal, aunque Newton describió esta idea años antes. Esto provocó un gran escándalo entre los seguidores de Newton y Leibniz. Aunque Leibniz fue acusado de plagio, en 1684 publicó el nuevo método de determinación de máximos y mínimos entre los científicos de la época.
En 1700, basándose en el modelo de la Royal Society de Londres, participó en la creación de la Academia de Ciencias de Berlín y logró ser su primer presidente. Ese mismo año fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias de París junto con Newton, siendo los dos primeros no franceses.
Fue ayudante del duque de Hannover y durante muchos años fue responsable de su magnífica biblioteca.
Con cambios políticos, sus patrocinadores perdieron su apoyo en los últimos años de su vida. Abandonado y casi olvidado por todos, fue a Hannover en 1716 en busca de un héroe.