Se ha denominado “segundo genoma humano” a la suma de los genomas de los microorganismos que habitan en el ser humano. Y es que tenemos 10 veces más microorganismos en nuestro cuerpo que células y nos afectan mucho. El consorcio del Proyecto Microbioma Humano ha publicado hoy en 14 artículos los resultados del trabajo de 5 años: 2 en la revista Nature (1,2) y 12 en la revista científica pública.
En 2007 el Instituto Nacional de la Salud (NIH) de Estados Unidos puso en marcha el Proyecto de Microbioma Humano (PMM). 242 adultos estadounidenses sanos tomaron muestras a los hombres, 15 puntos del cuerpo y 18 a las mujeres: 4 puntos de la piel, 9 puntos de la boca y la garganta, orificios nasales, heces (como indicador del microbioma final del intestino) y 3 puntos de la vagina. Y en cada persona se realizaron tres muestreos en un plazo de 22 meses.
Tras el análisis genético de estas muestras, según los investigadores, han identificado la mayoría del microbioma de estas 242 personas y han descodificado los genomas completos de 800 bacterias. Se ha comprobado que la diversidad de microorganismos, tanto por el lugar corporal como por las personas, es muy diferente. En el interior de una persona han encontrado la mayor diversidad en las heces y en la boca y la menor en la vagina. Según una estimación aproximada, en las heces habría unas 4.000 especies, en los dientes unas 1.300, en la piel alrededor de los orificios nasales 900, y en la parte posterior de la vagina unas 300. Además, han visto que en cada lugar predominan uno o varios grupos de bacterias.
Por otro lado, aunque la saliva de una persona es uno de los puntos con mayor diversidad, es uno de los que menos cambia de persona a persona, es decir, se repiten comunidades similares, sobre todo en personas que viven en la misma zona. Y por el contrario, las comunidades de microorganismos entre el antebrazo y el antebrazo (en la piel) son las que más cambian de persona a persona.
Por otro lado, se ha comprobado que las comunidades de microorganismos de una persona sana son estables a lo largo del tiempo, lo que, según los investigadores, puede ser un parámetro interesante de la salud de una persona. De hecho, el “Proyecto del Microbioma Humano pretende sentar las bases para la investigación sobre la salud humana y las enfermedades del futuro”, afirma el investigador del Instituto Broad, Dirk Gevers, que ha participado en la investigación, en una nota de prensa de este instituto. “Este es un recurso enorme, ahora público y disponible para la comunidad científica, para poder analizar cómo y por qué cambian las comunidades microorganismos”.