Los biólogos han encontrado en las plantas un gen útil para diferenciar las especies: varía de una especie a otra, pero no de un grano a otro. Esto significa que sólo tienen que estudiar este gen para saber a qué especie pertenece una planta. Es especialmente útil para diferenciar especies aparentemente iguales entre sí. Se trata de un gen de cloroplastos, llamado matK, que significa que se muda, pero no tan rápido como los del núcleo, sino tan rápido como para cambiar a lo largo del proceso de creación de nuevas especies. Los biólogos no creen que todas las especies vegetales existentes puedan separarse gracias al gen matK, pero la mayoría sí.