Un trozo de calavera, posible antepasado directo de los primeros europeos

En la cueva de Isralego Manot se han encontrado restos de los posibles antepasados de los primeros europeos. Concretamente, los paleoantropólogos del Laboratorio Dan David de la Universidad de Tel Aviv han descubierto una porción de cráneo, calota, parte superior de la bóveda craneal. La calota ha sido fechada mediante la técnica uranio/torio y los resultados indican que se trata de un Homo sapiens adulto que vivió hace 55.000 años al final del Paleolítico Medio.

La edad del fósil coincide con la época en la que nuestros antepasados directos migraron de África a Europa y, según los investigadores, puede ser uno de los antepasados directos de los hombres que poblaron con éxito el centro de Europa. De hecho, a pesar de que la porción craneal es un mosaico de características modernas y arcaicas, la comparación con el resto de especies del registro fósil ha puesto de manifiesto su mayor similitud con el conjunto humano del Paleolítico Superior.

Así lo han expresado los investigadores en el artículo publicado en la revista Nature. Así mismo, han definido que tiene estrechas relaciones con especies del Paleolítico Superior de la Europa central y con especies de África reciente. Sin embargo, el Mediterráneo estaría más alejado de otros especímenes orientales.

Más allá del parentesco, la edad del cráneo es el aspecto más destacado del descubrimiento. “Este fósil demuestra directamente que, además de neandertales, los hombres modernos habitaban al final del Paleolítico Medio en el corredor Mediterráneo Oriental”, han subrayado los investigadores israelíes en el artículo. El fósil de la cueva de Manot coincide no sólo con la época en la que nuestros antepasados salieron de África y colonizaron Eurasia, sino también con la posible época y zona geográfica que se hibridaron con los neandertales, lo que aporta un interés adicional al descubrimiento.