Detectan en el CERN una reacción que ha "ignorado" todos los pronósticos
En Ginebra se ha detectado una fisión inesperada en el laboratorio de física de partículas del CERN. La creación de dos núcleos de diferente masa en la fisión del elemento mercurio 180 ha puesto de manifiesto que todavía queda mucho por resolver en los campos de los núcleos y la fisión. De hecho, según dos modelos que describen la fisión nuclear (modelo de gota de líquido y modelo nuclear de las capas), la fisión de los átomos de mercurio debería ser simétrica, por lo que debería dar dos núcleos iguales.
Se entiende por fisión nuclear la división de un núcleo pesado en dos núcleos más ligeros. El modelo de gota de líquido equipara los núcleos a las gotas de agua, indicando que el nivel energético de los núcleos depende de su tensión superficial y de la fuerza de repulsión entre los protones. Dice que en la fisión el núcleo debería dividirse en dos partes iguales.
Según el modelo nuclear de las capas, cuando se produce la fisión hay más posibilidades de formar determinados átomos. De hecho, los átomos con núcleos más estables son los que tienen más posibilidades de crear. Este modelo indica que en el núcleo los protones y neutrones están dispuestos en capas, por lo que los que tienen cierto número de protones y/o neutrones son más estables. Estos números, llamados números mágicos, son: 2, 8, 20, 28, 50, 82, 126...
En base a estos modelos, los científicos del CERN esperaban que de cada uno de los 180 mercurio se formaran dos átomos de zirconio. De hecho, en los núcleos de los 90 átomos de zirconio el número de neutrones es mágico (50) y el número de protones es semi-mágico (40). Sin embargo, tras la fisión del mercurio 180, se identificaron los átomos de rutenio-100 y cripton-80, dos átomos sin números mágicos.