Tras investigar los movimientos sísmicos ocurridos entre los años 1990 y 93, los investigadores estadounidenses han sugerido que dos de ellos generaron materias muy especiales, algo que llegó desde el espacio y cruzó la Tierra de lado a lado a 400 kilómetros por segundo.
Esta materia especial está formada por quark u, quark d y quark s y es muy densa. Imagínate que una pieza del tamaño de una célula pesaría una tonelada en la Tierra. Si uno de ellos cruza la Tierra, liberaría cinco veces más energía que la bomba nuclear de Hiroshima y dejaría una huella muy especial en los sismógrafos. Precisamente, los investigadores estadounidenses han encontrado dos de estas pistas en los registros sísmicos de 1993. En ese año se registraron dos incidencias sin ninguna otra explicación.
El 22 de octubre, algo entró en la Antártida y salió del sur de la India 0,73 segundos después. El 24 de noviembre, un objeto entró por el sur de Australia y salió cerca de la Antártida a 0,15 segundos. No se puede asegurar que los quark fueron raros, pero no tienen otra explicación.