La investigación espacial es insostenible

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Ed. DÁRSENA

Investigadores de la Universidad de Tolosa (Francia) calculan que las instalaciones de investigación espacial emiten anualmente 1,2 millones de toneladas de CO2. Al menos un tercio del CO2 corresponde a misiones espaciales. Y prevén que el telescopio James Webb emita 300.000 toneladas de CO2.

A la vista de los resultados, concluyen que la investigación espacial no es sostenible como se hace actualmente. Según los investigadores, un debate político es cómo se materializará el acuerdo de París y, en consecuencia, cómo se debe reducir la emisión de CO2 por países; si se debe distribuir de la misma manera entre todos los seres humanos del planeta, o si algunos países deberían asumir una tasa mayor. Pero, incluso si se repartiera lo mismo entre todos, en este momento cada astrónomo debería reducir 20 veces la emisión de CO2 que genera su actividad. Si no, debería reducir aún más.

El cálculo se ha realizado siguiendo la metodología desarrollada por la Agencia francesa de Transición Ecológica. Hasta ahora, cuando se ha querido calcular la huella astronómica, se ha analizado la influencia de los viajes del investigador a congresos académicos y de las supercomputadoras, pero se descartaba la de las instalaciones. En esta ocasión se han considerado las instalaciones de 50 misiones espaciales y 40 telescopios. Además del CO2 que emiten en su actividad, han considerado todo el ciclo de vida. Los resultados han sido publicados en la revista Nature Astronomy.

Agujero negro de confidencialidad

Diversos organismos han cuestionado los datos argumentando que la metodología no es suficientemente fina. Sin embargo, los investigadores han aclarado que el sector de las investigaciones espaciales es un campo especialmente difícil, ya que las exigencias de confidencialidad son tan elevadas que aparecen dificultades en cada uno de los casos en los que se pretende calcular la huella. Denuncian que la escasez de datos públicos es realmente grave y que aunque se reconozca la necesidad de afinar la metodología, los datos son válidos como primera estimación y dignos de ser tenidos en cuenta.

Ciencia lenta y sólida

Los científicos han señalado que hay que cambiar la forma de llevar a cabo la investigación espacial y han analizado las medidas a adoptar para ser sostenibles, teniendo en cuenta que cualquier infraestructura que se haga ahora va a condicionar la sostenibilidad de las décadas. En primer lugar, se ha rechazado el actual ritmo de ejecución de nuevas infraestructuras y se ha cuestionado la existencia de un presupuesto de CO2 para hacer más infraestructuras.

Por otro lado, llaman a la integración del movimiento Slow Science en las investigaciones astronómicas, señalando que en lugar de buscar constantemente nuevos datos, habría que hacer una explotación más integral de los datos ya existentes, que hay que dedicar más tiempo a la ciencia para que los investigadores puedan disponer de tiempo para llevar a cabo la investigación científica de una manera más serena y profunda, y que hay que reducir la presión para publicar investigaciones rápidamente, y invertir más dinero para adaptar las infraestructuras existentes hacia la sostenibilidad.

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