Se han encontrado pequeños recipientes cerámicos neolíticos con un tubo o extremo que permitía el vertido de líquidos. Los mayores son de hace unos 5.000 años y se cree que podrían ser biberones. Ahora, un estudio ha encontrado nuevos indicios a favor de esta hipótesis, ya que ha identificado restos de leche en tres recipientes. Los resultados han sido publicados en Natura.
Tres naves encontradas en Baviera, junto a niños de 0 a 6 años, en un cementerio de comienzos de la Edad del Hierro (a. C.) 800-450 años) y el otro en una necrópolis de la Edad del Bronce (a.C.) 1200 - 800 años). Mediante el estudio de isótopos de los restos de grasa de estos envases se han identificado los ácidos grasos de origen animal. En concreto, se ha llegado a la conclusión de que se utilizaron con leche de dos cubos rumiantes, y en el tercero se ha identificado la leche que no es la de los rumiantes, probablemente la leche humana o la de cerdo.