Reprogramar células maduras para obtener células madre (células madre inducidas) han encontrado nuevas vías en dos estudios diferentes. Por un lado, investigadores del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y del Instituto Salk de California han demostrado que las células adultas son más plásticas de lo esperado y que los genes que hasta ahora se utilizaban para reprogramar pueden ser sustituidos por otros. Por otro lado, investigadores de la Universidad de Beijing han reprogramado las células de ratón sin utilizar ningún gen, utilizando únicamente compuestos químicos.
Shinya Yamanaka presentó en 2006 su primera receta para reprogramar células adultas. Esta receta consiste básicamente en la introducción de cuatro genes activos en células embrionarias en células adultas. Estos genes introducidos reprogaman la célula adulta y la convierten en pluripotente. El problema es que dos de estos genes son oncogenes (OCT4 y SOX2), es decir, con riesgo de tumores. Por ello, desde entonces se han realizado múltiples intentos de crear células madre sin utilizar estos genes, pero hasta ahora no se ha conseguido reprogramar las células sin tener que utilizar al menos uno de ellos (OCT4). Pero ahora lo han conseguido por dos vías.
En la investigación dirigida por Juan Carlos Izpisua, del Instituto Salk, se ha demostrado con células humanas que no es necesario utilizar estos genes activos pero silenciados en las células embrionarias adultas. El trabajo, publicado en la revista Cell Stem Cell, ha demostrado que con otros siete géneros activos en células adultas también se pueden reprogramar las células. Son genes con diferentes funciones y los investigadores creen que encontrarán más. Además, han subrayado que lo importante no es tener un gen u otro, sino que es lo que demuestra que las células adultas son más flexibles de lo que cabría esperar y que pueden existir varias vías de reprogramación.
Los investigadores de Beijing han utilizado otra vía. Ellos han trabajado con células de ratón y han conseguido reprogramarlas sin ningún género. Se han buscado compuestos para sustituir los genes reprogramadores. Tras buscar entre 10.000 moléculas pequeñas, lo han conseguido con un cóctel formado por siete compuestos. Se observa una reprogramación del 0,2% de las células adultas tratadas, lo que supone una eficacia comparable a otras técnicas. Para demostrar que las células reprogramadas eran verdaderamente pluripotentes, las introdujeron en los embriones de ratón y vieron que dieron los principales tipos celulares. El trabajo ha sido publicado en la revista Science.