Con un reloj atómico portátil han podido medir la altura de un punto de los Alpes. Se trata de la primera medición que se realiza fuera del laboratorio con un reloj atómico, un importante avance en las aplicaciones futuras de estos relojes. La revista Nature Physics ha anunciado el éxito.
Los relojes atómicos miden el tiempo con gran precisión contando las oscilaciones de los electrones de los átomos. Es la medida física más precisa que somos capaces de realizar. Y con tanta precisión, que también son capaces de medir la influencia de la gravedad en el tiempo, tal y como Einstein había anunciado en la teoría de la relatividad general, pudiendo ser utilizados como sensores de gravedad, entre otros. Sin embargo, los relojes atómicos necesitan láseres, temperaturas muy frías, condiciones muy controladas, etc., por lo que sólo se han podido realizar este tipo de mediciones en los laboratorios que hasta ahora se han habilitado para ello. Ahora, por primera vez, un reloj atómico es introducido en un vehículo y trasladado a los Alpes franceses. Y en comparación con otro reloj atómico de un laboratorio italiano a cien kilómetros y a mil metros de altura, han sido capaces de medir altura.
Los investigadores han reconocido que el reloj no pudo trabajar en las mejores condiciones y que el resultado obtenido no es mejor que el que se puede conseguir con otros métodos actuales, pero han subrayado que, a pesar de que todavía hay que superar algunos retos técnicos, ha supuesto un paso importante en las aplicaciones geofísicas de los relojes atómicos.