Debate legal sobre seguridad alimentaria
El día de Europa, la Universidad de Deusto organizó el debate ‘Europa ante la seguridad alimentaria’. De hecho, en los últimos tiempos han surgido graves problemas de salud con gran repercusión social como la encefalopatía espongiforme bovina, la listeriosis, los alimentos contaminados con dioxina o la fiebre aftosa, aunque no afecta a la salud humana.
Beatriz Pérez de las Heras, directora del Instituto Europeo de Estudios, ha analizado la normativa comunitaria. En su opinión, la Unión Europea tiene la responsabilidad de garantizar la calidad de los alimentos, y para ello, a pesar de que desde la década de los 60 ha creado numerosas normas, organismos de control y áreas especializadas, las últimas crisis han puesto de manifiesto los defectos de este sistema. Entre ellos destacan la falta de coordinación entre los Estados y la Unión y la imposibilidad de dar una respuesta rápida y eficaz. Por ello, en enero de 2000, la Comisión Europea presentó el Libro Blanco para elaborar una nueva legislación sobre seguridad alimentaria. La propuesta más importante que se plantea es la creación de una Organización Alimentaria Europea que se pondría en marcha en 2002. Sin embargo, el Libro Blanco denunció que tiene muchas lagunas.
Además, apostó por los alimentos biológicos y mencionó las ayudas y normas existentes para la agricultura biológica. La demanda de este tipo de alimentos es cada vez mayor, mientras que ocurre al revés con los alimentos transgénicos. Si en 1998 la Unión Europea autorizó el maíz y la soja transformados para consumo humano, en el año 2000, a petición de los consumidores, reguló un etiquetado específico para estos productos transgénicos.
La profesora de Derecho Civil, Inmaculada Herbosa, por su parte, habló sobre la responsabilidad por daños alimenticios. A pesar de la aparente protección del consumidor, en muchas ocasiones la relación causa-efecto es difícil de demostrar o no está clara a quién atribuir la culpa, a veces no recibe una indemnización.
Por su parte, Jesús Llona, presidente de Eusko Label de Calidad Alimentaria en la década de los 90, mencionó la encefalopatía espongiforme y denunció los errores en el tratamiento de la crisis. Por otro lado, mostró una actitud contraria al comportamiento de los medios de comunicación, tanto en este momento como ante los últimos problemas de salud provocados por los alimentos, que han creado un ambiente confuso y desconfiado. Por último, propuso enseñar a los escolares las bases de la alimentación.
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