Las muestras necesarias para detectar el covid-19 en el ser humano se obtienen por medio de palos de algodón, pero esta técnica presenta algunos inconvenientes. Entre otras cosas, muchas veces el proceso puede resultar desagradable para el paciente y el personal sanitario que está tomando muestras debe actuar con cuidado para no contagiarse. Por ello, los investigadores comienzan a acelerar el desarrollo de técnicas de detección rápida y sencilla del virus SARS-CoV-2.
Científicos de la Universidad de Yale (EEUU) han desarrollado un procedimiento para el análisis de una muestra de saliva del paciente. En este caso, el paciente sólo tiene que tumbarse en un recipiente, sin tener que meter palillos por la nariz. A esta muestra se le añade una enzima llamada proteinasa K, que posteriormente es calentada sin tener que extraer el ARN del virus.
A principios de agosto se puso a disposición de la comunidad científica un artículo científico provisional que explica la técnica y que, con carácter de urgencia, el procedimiento había sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU para el día 15. En la actualidad, la revista The New England Journal of Medicine ha publicado el uso de la técnica que ha denominado Saliva Direct.
Se ha investigado con 70 pacientes. Siguiendo el procedimiento habitual, a todos ellos se les tomaron muestras de faringe con palillo de algodón al entrar en el hospital, pero posteriormente los investigadores han tomado nuevas muestras de saliva. Con la nueva técnica, estas muestras salivales han encontrado más ARN del virus SARS-CoV-2 que los originales, manteniéndose durante más tiempo disponible para análisis. Por lo tanto, los investigadores afirman que las muestras tomadas por saliva tienen por lo menos el mismo valor que las tomadas por faring. También se ha realizado la prueba con 495 profesionales sanitarios asintomáticos y en 13 casos se ha podido detectar el virus en la saliva. Los análisis posteriores realizados en el laboratorio han confirmado estas infecciones.
Hay que aclarar que los procesos que se agilizan son los de toma de muestras y obtención de ARN. En ambos casos es necesario un procesado posterior en laboratorio, mediante la realización de prestigiosos tests de PCR que utilizan la reacción en cadena de la polimerasa para determinar si realmente existe ARN del virus.
La Universidad de Yale no es, por supuesto, el único desarrollo que persigue la detección rápida de la enfermedad. Por ejemplo, investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han desarrollado un test rápido, de fácil manejo fuera del sistema sanitario. También en este caso, la prueba utiliza saliva, pero en lugar de tener el ARN del virus en el punto de mira, detecta dos anticuerpos creados por el sistema inmunitario para combatir la enfermedad. Los resultados se pueden ver en una tira reactiva que dice estar lista en 12 minutos y según el anticuerpo detectado se puede deducir si un amigo tiene virus o ha superado la enfermedad y ha desarrollado inmunidad a largo plazo.