Aquí tienes el VIII libro “Comentarios Reales” escrito por Garcilaso. Adaptación de una parte tomada del capítulo que trata sobre el Quipus:
"Se contaba a través de hilos
y nudos y existía el convencimiento de los cuantificadores. Los indios fabricaban hilos de varios colores, unos de un solo color, otros de dos colores, otros de tres y otros de más color. Tanto los colores simples como las mezclas tenían su significado. Los hilos eran curvos, de tres o cuatro filamentos, tan gruesos como el eje de hierro de la hilatura, con tres cuartas partes de longitud (1,2 m). Todas ellas estaban cordadas en otro hilo principal. Atendiendo al color de cada hilo sabían cuál era la información que tenía el hilo, por ejemplo, el amarillo indicaba oro, el blanco plata y el rojo las guerreras.
Algunos de ellos tenían colgando otros carniceros del mismo color; por ejemplo, si en un hilo estaban numerados hombres o mujeres de una determinada edad —se consideraba que todos estaban casados—, los citados canecillos daban el número de viudas de esa edad. Este tipo de conteos se realizaban además anualmente.
Los nudos de las cuerdas eran indicadores de diferentes órdenes, individuales, decimales, porcentajes, millares, diez mil, y difícilmente se veían los nudos correspondientes a los cien mil, ya que como cada pueblo hacía su propio cómputo y cada capital de su distrito, el número de habitantes contabilizados nunca alcanzaba los cien mil. Ya tenían tantos números como fuera. Sin embargo, aunque en alguna ocasión la cantidad superase los cien mil, no tendrían ningún problema para contabilizarla, ya que en su idioma se puede indicar cualquier número. Para leer el número dado en cada uno de los hilos había que contar los nudos superados por el extremo libre del hilo, el primer grupo correspondía a los individuos y a partir de ahí aparecían órdenes mayores. Hay que tener en cuenta que los nudos correspondientes a cada orden estaban todos juntos, como los que se pueden ver en la cuerda del beato patriarca de San Francisco."