Este coche de lujo, presentado por Mazda (1), no tiene nada extraño a primera vista, salvo una cosa: Es decir, el techo practicable realizado por Sanyo (2).
Este techo está formado por células solares de silicio. Estas células alimentan el sistema de ventilación del automóvil en verano y recargan la batería en invierno.
El que gobierna el sistema es el receptor que está detrás del automóvil. Dos ventiladores arrancan automáticamente cuando hace mucho calor.
Si bien el automóvil dispone de un sistema de aire acondicionado, el aire fresco se obtiene un 30% antes del sistema antes mencionado. Además, este tipo de ventilación elimina los humos de cigarro, polvos y otros elementos contaminantes que no pueden ser eliminados por el sistema de filtración clásico.
Cuando el tiempo es fresco, la ventilación interior no es necesaria. Las células solares cumplen entonces otra función, es decir, recargan automáticamente la batería. Si una batería, por ejemplo, ha perdido un tercio de su capacidad, se puede cargar hasta el 100% en cinco días.
Todavía no se puede decir que este singular techo se haya comercializado totalmente, ya que se ha instalado en muy pocos coches. No sabemos si este sistema se producirá en la cadena de fabricación o se trata de una mera publicidad. En cualquier caso, el lector es incansable.