El bosque fósil descubierto en el reinado de los canadienses de Axel Heiberge tiene 45 millones de años. Este bosque, situado a 1100 km del Polo Norte, es el bosque fósil más hermoso del mundo.
El bosque no está petrificado y los descubridores han conseguido cortar la madera y encender el fuego. Sin embargo, el bosque está muy bien conservado. El bosque tiene un kilómetro cuadrado en el que, aparte de especies tan conocidas como el abeto y la secuoya, hay especies arbóreas ya desaparecidas.
Algunos de los árboles siguen en pie y otros están en el suelo. También se han encontrado agrupaciones de hojas.