Adaptación del marco de la OMS de condicionantes sociales para el COVID-19
El marco de la Organización Mundial de la Salud en los Condicionantes Sociales ha sido adaptado conjuntamente al covid-19 por el centro de investigación español en salud pública y epidemiológica CIBERESP y los investigadores de universidades y centros de salud de Cataluña. Además de analizar y explicar los condicionantes sociales que afectan al COVID-19, se ha tenido en cuenta la influencia de los sistemas de opresión y la comunicación. Publicado en Gaceta Sanitaria.
Según los autores, el virus SARS-CoV-2 es la causa fundamental del covid-19, pero no la única. El problema de la salud se ha convertido en una crisis social, económica y política que ha incrementado las desigualdades socioeconómicas en todo el mundo. Para hacer frente a esta situación es fundamental abordar este aspecto y para ello se ha trabajado en este nuevo marco, especialmente para los países de renta alta y media.
Entre los principales condicionantes destacan los sistemas de opresión. Y es que los factores que influyen en la salud y el bienestar de las personas (vida social, gobierno y gobernanza, economía y política, lugar) pueden facilitar o dificultar el cumplimiento de las normas.
Todos estos aspectos dependen de estructuras hegemónicas (capitalismo, colonialismo/racismo y patriarcado), pero hasta ahora no han sido mencionados en los marcos de las desigualdades sanitarias. Sin embargo, los autores consideran importante tener en cuenta su influencia para comprender los mecanismos y las consecuencias de la pandemia.
Por ejemplo, el capitalismo global ha traído consigo el deterioro de los ecosistemas y el aumento de las desigualdades sociales; el patriarcado establece la diferenciación de género; el colonialismo, la separación social; y todos han provocado que el covid-19 influya de en unos y otros.
Además, señalan que el contexto socioeconómico y político también tiene una incidencia directa. En esta dimensión se han recogido también aspectos culturales y socio-históricos. Todas ellas inciden en las medidas que se implantan y en su respuesta. Además, hay que tener en cuenta la jerarquía social, que se construye en función de factores como la edad, el género, la clase social, la etnia, la situación migratoria, el territorio, la diversidad sexual y afectiva, y las capacidades, entre otros. Todo ello supone una mayor facilidad o dificultad para contagiarse con el virus, poniendo como ejemplo lo ocurrido en las residencias de personas mayores.
También se ha explicado la influencia del estilo de vida, el estado de salud y los servicios de salud, pero también de otro aspecto menos mencionado: la comunicación. De hecho, en situaciones de riesgo, los autores consideran clave la comunicación y el compromiso de la comunidad. Advierten, sin embargo, que el mensaje no llega uniformemente al conjunto de la sociedad por diferentes barreras: nivel educativo, clase social, etnia, habilidad digital…
Por último, subrayan que el covid-19 es una sindemia, es decir, que al sumar las dimensiones que afectan a la enfermedad, sus efectos se intensifican. Asimismo, consideran que aunque el marco se ha trabajado para el covid-19, es apropiado para plagas similares y aconsejan hacer seguimiento e investigar.
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