Los Emiratos Árabes se han marcado como segundo objetivo la Luna. Si su vehículo Rashid llegase a la Luna con éxito pasaría un día de luna en la superficie del satélite, es decir, unos 14 días terrestres. Tomaría muestras superficiales de la zona iluminada de la Luna con el fin de realizar diferentes estudios: Clarificar las características térmicas superficiales de la Luna para mejorar la comprensión del paisaje, investigar con precisión microscópica las partículas del polvo lunar y estudiar el plasma superficial de la Luna (partículas cargadas que se encuentran en la superficie debido a la corriente del viento solar). Una zona cargada que carga eléctricamente el polvo lunar y que pretende aclarar sus características cuando la tripulación empieza a enviarlo. Y es que son diminutos pero muy agudos, y pueden ser peligrosos para los astronautas por inhalación masiva.
El gran reto está en la noche que el Rashid pasará en la Luna. La temperatura baja a -173º C por la noche y los vehículos llevan una fuente de calor que les permite mantenerse durante la noche. Pero al ser Rashid el vehículo más pequeño de todos los tiempos, que pesará unos 10 kg, tendrán que desarrollar una tecnología completamente nueva.
Además, los Emiratos Árabes tendrán que contratar a una agencia espacial para canalizar el lanzamiento y aterrizaje de la nave espacial. Hasta el momento, sólo las agencias espaciales europeas, rusas, chinas y estadounidenses han conseguido aterrizar en la Luna y más de 20 módulos han fracasado, la última misión india, japonesa e israelí.