La NASA, con el objetivo de mejorar la velocidad de los aviones suicidas y el consumo de combustible, ha colocado una capa de titanio con pequeños orificios de un avión de guerra (en la imagen se indica la zona de pequeños orificios sobre la superficie blanca).
El flujo de aire en un avión es normalmente turbulento, pero una bomba de absorción situada en la superficie de titanio convierte el flujo turbulento en laminar. El flujo laminar reduce la resistencia al aire. La velocidad de este avión de prueba de la NASA es de 1.900 km/h (1,8 Match).
Esperamos buenos resultados Marta Bohn-Meyer, responsable de este proyecto. Y sigue: Este ensayo nunca se ha realizado a velocidades suaves. Ahora estamos elaborando una base de datos y esperamos que sus conclusiones se apliquen al transporte civil de alta velocidad.
En los ensayos la capa de titanio ocupa el 40% de la ladera izquierda del avión F-16 XL. Junto a esta capa se han colocado sensores que han permitido comprobar que el flujo de aire en la ladera no es turbulento.
Esta idea de flujo laminar no es nueva. Desde hace tiempo los investigadores han tratado y han conseguido éxitos en este campo, pero siempre en el campo de la velocidad sub-venónica.
El avión F-16 XL es sólo una versión experimental del F-16. Aleta delta con cola horizontal. La elección de este tipo de aviones para estos ensayos se debe a que el futuro avión viajero suicida presenta una apariencia similar.