Dicen que con la llegada de las naves espaciales Viking 1 y Viking 2 a Marte en 1978, los medios de comunicación apenas prestaron atención a la noticia. Este desinterés por el tema motivó a Carl Sagan a realizar el programa de televisión Cosmos. Este programa fue seguido por millones de personas. La ciencia logró llamar la atención de la gente.
Sagan era astrofísico de estudios y profesión, preocupado por la divulgación. Era un apasionado de la ciencia y la divulgación. Él ha dicho: "cuando estás enamorado quieres contárselo a todo el mundo, por eso me parece aberrante que los científicos no hablen ciencia". Está claro que veía la ciencia y la divulgación en el mismo aro, no entendía uno sin el otro.
Sagan ha publicado once libros, artículos y ensayos en su trabajo de divulgación científica. Muchas veces el tema de la Epistemología era un gran defensor del método científico y, entre otras cosas, se hicieron famosas las tesis contra la religión --la religión es infundada, la fe, desde el punto de vista científico -. En otras muchas ocasiones abordó directamente temas relacionados con su tema, Astrofísica: La atmósfera de Venus y el efecto invernadero, como los planetas en general y los viajes espaciales.
Además, la imagen de Sagan fue asociada a la exobiología durante casi toda su vida. Para empezar, en 1966 escribió la Vida Inteligente fuera de la Tierra junto a Shklovskii, señal que ya le atraía el tema, y a continuación escribió varios trabajos relacionados con el tema. El último fue Contact sobre el proyecto SETI de búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra.
Contact es una novela de ficción (adaptada posteriormente para cine): una mujer científica recibe señales del espacio, es decir, se pone en contacto supuestamente con seres inteligentes fuera de la Tierra. La historia es ficción, pero escrita con gran rigor. Sagan quería contar una historia que realmente puede ocurrir y cuidó con detalle los temas científicos.
Hay que decir que el tema de la novela era cercano, ya que fue uno de los grandes impulsores del proyecto SETI. De hecho, era un hombre muy escéptico, pero pensaba que existe una gran probabilidad de vivir en un universo amplio.
Sagan tenía las ideas muy claras. Y el soporte más exitoso para dar a conocer estas ideas al mundo fue la televisión. Con sus sesiones documentales Cosmos demostró que la televisión era un soporte inmejorable para temas científicos, aprovechando sin duda imágenes, sonidos e imaginación. Para hablar de la física de Einstein, por ejemplo, Sagan cogió una vespa y viajó a la velocidad de la luz.
La tecnología más avanzada de la década de los 80 fue la que utilizaron para hacer Cosmos --que ahora las imágenes han quedado un poco obsoletas y han renovado sus trece sesiones de Cosmos -. Con la música acertaron medio y medio: clásicos interpretados por grandes orquestas, inolvidables melodías de Vangelis...
La música ayudó, está claro, pero la clave del éxito de Cosmos la tenía el propio Sagan. En la televisión reflejó mejor que en ningún otro lugar su pasión por la ciencia, y ese medio de comunicación le hizo famosa.