Importancia del análisis de las diferentes hipótesis
Cuando queremos entender o explicar algo, es muy importante saber que puede haber muchas formas de argumentar lo que se quiere explicar o comprender, es decir, debemos pensar en diferentes hipótesis. A continuación se analizarán las formas de demostración y eliminación sistemática de cada una de estas hipótesis (método científico). De este modo, la hipótesis que no se ha eliminado entre estas hipótesis de trabajo tiene más probabilidad de tener una explicación correcta que si simplemente hubiéramos elegido la hipótesis que se había planteado en la primera.
A la hora de plantear las hipótesis es muy importante indagar sobre lo que queremos entender o explicar. Cuanto más sepamos de algo, más fácil será plantear hipótesis diferentes y rechazar ideas o hipótesis erróneas que nos vienen a la mente.
Los científicos están acostumbrados a trabajar con diferentes hipótesis, pero ¿cómo influye en nuestro día a día el análisis de las diferentes hipótesis? Para dar credibilidad a una información de la que disponemos, conviene analizar lo que se argumenta y ver si hay otras formas de dar explicaciones. Es decir, comprobar si es posible explicarlo de otra manera.
Cuando un pensador crítico recibe una información, pensará si en la información se puede explicar de otra manera lo que se afirma (si hay otras hipótesis) y contrastará la información recibida. Además, en las decisiones a tomar en su día a día, reflexionará sobre las posibles respuestas o consecuencias de dichas decisiones, es decir, tomará en consideración las consecuencias que puedan derivarse de las decisiones a tomar.
Recuperaremos el ejemplo del reto de la silla anteriormente utilizada para explicar lo dicho en los párrafos anteriores de este punto: en el planteamiento inicial del reto de la silla se defiende que el reto sólo puede ser asumido por las mujeres, esa es la hipótesis. Pero hemos visto que la capacidad de completarlo no tiene nada que ver con el género, sino con las características del cuerpo de cada persona. Para llegar a esta conclusión, hemos analizado el reto, analizado la información sobre el tema, planteado una nueva hipótesis y, a través de la experimentación, hemos confirmado la hipótesis. Si hubiéramos creído la primera hipótesis, estaríamos equivocados y correríamos el riesgo de convertirse en cómplices para ampliar una afirmación que no es cierta.
No insistas en defender la propia hipótesis
Normalmente tendemos a pensar que la propia hipótesis o argumento es el mejor. Pero la propia hipótesis o razonamiento no significa que sea real, sino que debe demostrarse con evidencias. Es muy importante, por tanto, cuestionar la propia hipótesis o argumento y analizarla como si fuera de otra: buscar razones de rechazo, comparar con otras alternativas, etc.
Un pensador crítico, al igual que rechaza rumores y engaños, tratará de que los demás no cometan sus propios errores por intentar ser la razón a toda costa. Así, antes de dar su opinión sobre un tema, realizará una profunda reflexión sobre lo que debe decir, teniendo en cuenta los puntos de vista y las opiniones de los demás.
Posible cancelación de hipótesis / Falsabilidad de hipótesis
La confirmación independiente de los hechos es una de las bases del método científico, pues la falsabilidad o anulabilidad de una teoría (o hipótesis) es la otra base fundamental.
Según esto, cualquier proposición científica debe poder ser refutada. Es decir, el método científico rechaza las verdades absolutas, por lo que las proposiciones científicas nunca podrán ser consideradas absolutamente ciertas, sino “no falseadas”.
Pero esto no sólo ocurre con las proposiciones científicas. En los debates que puedan surgir en el día a día de cualquiera, nadie tiene la verdad absoluta y hay que tener claro que la opinión de cualquiera puede ser revocada. A la hora de anular el argumento de alguien, se debe utilizar un contraargumento para demostrar que la tesis o idea señalada es incorrecta o falsa. Los contra-argumentos utilizados para anular una idea o argumento, para ser creíbles, deben estar basados en evidencias y ser también anulables.
Un pensador crítico, por tanto, al rechazar una afirmación de otra persona o los argumentos que utiliza para su defensa, utilizará contra-argumentos basados en evidencias. Explicará los contrargumentos con respeto y de manera comprensible, sin ridiculizar a nadie y sin mostrar una falsa piedad; de lo contrario, aunque no tenga razón, puede rechazar la exposición en contraposición.
Por todo lo mencionado en este apartado es indiscutible la importancia de las hipótesis, no sólo en la ciencia y el método científico, sino también en nuestra vida cotidiana.
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