La estadounidense Dava Sobel es una conocida escritora. Ha publicado libros de divulgación científica y lleva muchos años escribiendo artículos y columnas (entrevista en la página 18). En los números anteriores hemos recomendado dos de sus libros, Los Planetas y Longitud, y para el número actual le pedimos que recomendara otros libros interesantes. "¿Has leído en la Uncle Tungsten del escritor Oliver Sacks?" Le dijimos que sí, precisamente este libro (El Tío Tungsteno) fue el recomendado en la revista de febrero.
Otra recomendación de Sobel es el libro "Il sistema periódico", del italiano Primo Levi.
"Es un libro maravilloso. Primo Levi era un judío italiano. Químico. Cada capítulo del libro lleva el nombre de un elemento, pero en realidad es un relato de su vida. Y cómo le interesó la química cuando era un niño. Levi tenía las llaves del laboratorio de un amigo y entraba en él para experimentar."
En algunos capítulos, la relación entre el elemento y el relato la crea el propio Levi; en el primer capítulo, por ejemplo, habla del origen judío de la familia, y compara a sus tíos con los gases nobles (a casi cualquier conocido cercano a la familia que llamaban tíos). En otros capítulos, la propia historia tiene relación con los elementos, ya que recoge las anécdotas vividas en los laboratorios.
Además de la química, el relato ofrece mucho. "Buena parte del libro está dedicado a la segunda guerra mundial", afirma Sobel. "Fue prisionero de guerra. Estuvo en Auschwitz, de donde sobrevivió. Y más tarde se suicidó. Tuvo una vida trágica. Y era un gran escritor".
En el capítulo dedicado al hierro, por ejemplo, Levi habla de su amistad con su amigo Sandro. Fue compañero de clase y amigo íntimo, asesinado en 1944 por un tiro y el asesino era un niño de quince años.
Dos capítulos son historias de ficción tituladas Titanio y Azufre. Escribió las dos a los pocos años de la finalización de la guerra (hacia 1950) y las recibió veinticinco años después para incluirlas en este libro.
Muchos críticos afirman que el libro es duro pero que merece la pena leerlo. Y lo destaca la propia Dava Sobel. Pero, dicho esto, repitió lo que nos dijo al principio: "Es un libro maravilloso".