De hecho, quieren conocer sus efectos sobre el colesterol y la obesidad. Si se demuestran los beneficios esperados, el objetivo final sería utilizarlos como aditivos en los alimentos, al igual que se hace con vitaminas y otros muchos compuestos.
Para esta investigación, los investigadores han seleccionado los hamsters como modelos experimentales. De hecho, entre los roedores del laboratorio, el hámster es el animal más parecido al hombre en el metabolismo del colesterol.
En los estudios, los investigadores han trabajado con tres grupos de hamsters. En la dieta del primer grupo se ha añadido ácido linoleico y en las dietas de los otros dos grupos se ha añadido ácido linoleico conjugado. A cada grupo se le ha asignado un isómero (tipo) diferente al ácido linoleico conjugado.
La clave de la investigación radica en saber si los ácidos linoleicos conjugados tienen ventajas respecto al ácido linoleico normal. El primer grupo de Hamster, por tanto, se utiliza como control o referencia.
Los estudios demuestran que uno de los isómeros no tiene ningún efecto sobre el colesterol, pero el otro sí. El segundo isómero reduce significativamente los niveles de colesterol en sangre y, además, reduce sólo lo que se conoce como colesterol malo. No afecta al colesterol bueno.
Sin embargo, con este segundo isómero, los investigadores descubrieron que, además de reducir los niveles de colesterol, el hígado de los hamsters aumentó un poco. Por ello, el equipo realizó estudios bioquímicos e histológicos para comprobar si este isómero del ácido linoleico conjugado producía o no toxicidad hepática. No encontraron ningún daño.
Sin embargo, en las investigaciones humanas las consecuencias son menos claras. Para explicar por qué esto sucede se puede decir que en los ensayos con seres humanos ha habido una gran variabilidad. Esto se debe a que ha habido grandes diferencias en cuanto a sexo, estado metabólico de las personas (obesos, delgados...), dosis del aditivo, duración del tratamiento y características de la dieta.
Por ello, los investigadores desearían seguir realizando una investigación básica sobre los mecanismos y efectos del ácido linoleico conjugado, pero en colaboración con un grupo de personas que realizarían estudios en humanos. De esta forma se podrían llevar a cabo investigaciones que permitan seleccionar y administrar adecuadamente los alimentos más adecuados y, a la vez, analizar los posibles efectos adversos a largo plazo sobre el organismo humano.