Hasta los años 1950-60, la complejidad del lenguaje se debía a la medida del cerebro humano que se había extendido. Así, la diferencia entre los sistemas de comunicación animal y el lenguaje se basaba únicamente en el "poder de la máquina".
Sin embargo, sus investigaciones han demostrado que el lenguaje no es una versión sofisticada de los sistemas de comunicación animal, y que el tamaño del cerebro, en sí mismo, no es suficiente para explicar las peculiaridades del lenguaje. Según Itziar Laka, lingüista de la UPV, "hay algo más". Algo que no tienen los sistemas de comunicación del resto de especies.
Para explicarlo, Laka menciona las vocalizaciones de los primates. De hecho, los chimpancés y otros primates utilizan vocalizaciones, principalmente para expresar emociones: miedo, enfado, estoy contento. "Nosotros también tenemos nuestras vocalizaciones", dice Laka, "y son, ene, sos, ostia. Se asocian a situaciones emocionales, no controlamos bien. Pues en las personas que normalmente usan la mano derecha, la zona de vocalizaciones se sitúa en el hemisferio derecho, al igual que la de las vocalizaciones de los primates. Por el contrario, la lengua se sitúa en el hemisferio izquierdo. Por tanto, la lengua no es un desarrollo de vocalizaciones, es otra cosa".
Otra característica del lenguaje es que sirve para expresar conceptos y hechos. Algunos animales también tienen conceptos y mapas conceptuales, y saben lo que es un suceso, pero no pueden expulsarlos dando una forma concreta para que otros de su especie los conozcan. "Nosotros sí. Los chimpancés, los pájaros, las abejas, las hormigas, cada uno tiene su propio sistema de comunicación. Pero son limitados, sólo pueden expresar ciertas cosas; dependiendo de la especie, puede ser dónde está la comida, de dónde viene el peligro... Nosotros somos los únicos que tenemos la capacidad de expresar conceptos y hechos sin límites".
Además de esta capacidad expresiva, sólo la persona tiene la capacidad de hacer un posible pensamiento (contrafactualidad). Esto tiene una gran importancia en la naturaleza de nuestra especie, lo que permite transmitir cultura, por ejemplo, o idear lo que uno está en cabeza de otro. Pues bien, en palabras de Laka, está demostrado que el posible pensamiento está directamente relacionado con el lenguaje; "más aún, según lo que sabemos ahora, el lenguaje permite este tipo de pensamiento".
Por otro lado, la estructura de la lengua es especial. Se basa en piezas discretas, palabras, y es combinatoria. Laka equipara las palabras con piezas de legumbres: "al igual que ellos, son discretos y se combinan creando estructuras cada vez más complejas". Muchos lingüistas afirman que es una estructura fractal; Laka la compara con matriuskas. En cualquier caso, la arquitectura del lenguaje le parece "elegante".
Es elegante y eficaz. De hecho, gracias a la combinatoriedad, el número de palabras que hay que aprender es pequeño, pero ofrece una gran oportunidad para crear propuestas largas y complejas. "Y eso a toda velocidad. El diseño permite esta velocidad".
Los investigadores aún no saben si el sistema de computación de la lengua es consecuencia del cerebro o si hay algo más en el intervalo. Esta es una de sus preguntas de respuesta. Sin embargo, cada vez saben más cosas; según Laka, "los titulares están a tope, aunque yo no me gusten mucho, porque sabemos que las cosas son mucho más complejas en sí mismas".
Sin embargo, Laka da un ejemplo de título clásico sobre dos zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje, Broca y Wernicke. El título es: Broca tiene que ver con la sintaxis y morfología de las palabras y Wernick con el significado de las palabras. "Pero lo que sabemos es más complejo que el título. Y también más interesante".
Con las nuevas técnicas de las neuroimágenes, los investigadores han llegado recientemente a ver en el interior de Broca dónde y cuándo se realiza el procesamiento fonológico de un verbo, dónde y cuándo morfológico, y dónde y cuándo semántico. Esto ha permitido comprobar que el modelo utilizado para explicar el procesamiento es correcto.
Además, en otros estudios han visto que Broca computa otras cosas no lingüísticas. En opinión de Laka, "algunos no son sorprendentes, y esos son la música y las matemáticas. Ambas son características de nuestra especie y es evidente que las tres tienen relación". Le sorprende la participación de Broca en acciones complejas. "Todavía no se conoce bien, pero es posible que la función de Broca sea la de hacer un tipo de computación que refleja la lengua, tan justamente, pero no sólo la de la lengua".
Wernicke es menos conocido que Broca. Lo que sí saben es que los pacientes afectados por Wernick tienen una sintaxis muy directa, pero que no se puede apreciar el significado de las oraciones. No se sabe ni si los pacientes son conscientes de ello. Por el contrario, los que tienen afasia de Broca saben lo que quieren decir, pero no pueden expresarlo bien (tienen cierto habla telegráfica) y se dan cuenta de su impotencia.
Por otro lado, estas dos zonas se encuentran en la corteza, aunque se sabe que están conectadas por debajo. Gracias a los métodos actuales, los investigadores están estudiando estas conexiones. Laka está convencido de que ello va a suponer en breve un mayor conocimiento de las claves del idioma.
Otro título relacionado con el lenguaje es que FOXP2 es el gen del lenguaje. Aunque es demasiado simple decir eso, los antropólogos han extraído conclusiones verdaderamente importantes del estudio de este gen, y para los lingüistas es fundamental explicar algunas de las características de la lengua.
Los estudios genéticos han demostrado que otros animales también tienen el gen FOXP2. Además, está relacionado con el canto homólogo al FOXP2 que aparecen algunos pájaros. Sin embargo, el resto de especies no presentan la mutación del gen FOXP2 de la persona.
Sin embargo, en el código genético de Neanderthal existe esta mutación, por lo que muchos expertos creen que Neanderthal podría tener lengua. Así, parece que la lengua surgió mucho antes de lo que antes se pensaba.
En cualquier caso, el gen FOXP2 tiene que ver con la capacidad de planear movimientos y computar secuencias. Y esto puede estar relacionado con la capacidad de crear la estructura fractal del lenguaje. Pero no es suficiente para crear un idioma. "Hace falta otro milagro, algo más para explicar otra clave del lenguaje", advierte Laka. "¿Qué mutación permite la interfaz que relaciona conceptos con la forma? ". A Laka esta capacidad le parece "fascinante". Pero todavía es un misterio sin resolver.