El caso del niño neandertal LF8

Gómez Olivencia, Asier

Ikerbasque research fellow

Estratigrafia eta Paleontologia saila, Euskal Herriko Unibertsitatea

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Hueso temporal izquierdo de La Ferrassie 8 y coquillas interiores y reconstrucciones tridimensionales de conductos semicirculares y ointoki. Ed. Asier Gómez Olivencia

Situada al suroeste de Francia, Dordogne es un territorio privilegiado en cuanto a yacimientos arqueológicos. Uno de ellos, el abrigo de La Ferrassi, es un yacimiento muy importante, ya que en su secuencia estratigráfica aparecen ocupaciones de la época musteriana y del Paleolítico Superior. En las capas musterianas se encontraron esqueletos de siete neandertales, dos superiores (una mujer y un hombre) y cinco niños de distintas edades.

Primer esqueleto del anciano La Ferrassie 1, XX. Fue descubierto a principios del siglo XX y el último, La Ferrassie, de 8 años (LF8), fue excavado en 1970 y 1973. En un artículo que acabamos de publicar en la revista Journal of Human Evolution, se han descrito los 47 nuevos fósiles correspondientes al bebé neandertal LF8 recientemente encontrado. En dos museos, Muséum national d'Histoire naturelle (París) y Musée d'Archéologie nationale (St. Germain-en-Laye), encontramos estos fósiles en las bolsas de sedimentos de las excavaciones de 1970 y 1973.

Entre estos fósiles se encuentran fragmentos de cráneos, mandíbulas, vértebras, costillas y falanges de manos, entre los que destaca un temporal a la izquierda casi completo, que albergaba un pequeño tesoro: un entierro completo. Los ointokis, el martillo y el yunque son los huesos del oído medio, los pequeños huesos que transmiten el sonido, los más pequeños del cuerpo humano. Rara vez aparecen en yacimientos.

Descubrimos el ointoki gracias a un microescáner de hueso temporal realizado en la plataforma AST-RX del Museo de Ciencias Naturales de París. El primer objetivo del microescáner era investigar las estructuras internas (coquilla y tubos semicirculares) que se encuentran en toda la pretensión del temporal, por lo que se realizó con el mayor rigor posible.

En el microescáner se gira paso a paso el objeto que se desea escanear y en cada paso se obtiene una radiografía con rayos x. Todas las radiografías se procesan mediante ordenadores muy potentes y se realizan secciones transversales del objeto. Otras densidades aparecen en estas secciones transversales con diferentes tonalidades de la escala del gris, y con otros programas informáticos el objeto puede ser reconstruido virtualmente.

En el momento de la realización del escáner se comprobó que en el interior del temporal había un entorpado completo, y mediante secciones transversales se seleccionaron los píxeles que llenaban el hueco hasta conseguir un objeto tridimensional. Lo mismo se hizo con el oído interno, pero en este caso estas estructuras eran negativas, es decir, al tratarse de huecos en la parte petrosa del hueso temporal, se llenaron virtualmente para construir un objeto tridimensional. Esta metodología se utiliza tanto en los pequeños huecos del petroso como en la reconstrucción de un mayor hueco del cerebro.

Huesecillo reconstruido virtualmente. IMAGEN: Asier Gomez-Olivencia

La importancia de este nuevo ointoki neandertal es doble: por un lado, los huesecillos del oído medio son fósiles que raramente se encuentran, y este es el descubrimiento más completo de la época neandertal; por otro lado, la investigación morfológica del fósil ha confirmado que las diferencias anatómicas entre nuestra especie y los neandertales pueden aparecer también en los huesos más pequeños.

De momento, no es posible conocer la influencia de estas diferencias morfológicas en el oído. Sin embargo, se han realizado estudios auditivos en el yacimiento de la Sima de los Huesos de Atapuerca. Estos estudios demuestran que la capacidad de escucha de los homínidos era similar a la de los hombres modernos de hoy hace 430.000 años, es decir, eran capaces de escuchar las mismas frecuencias, y tenemos una especialización notable de escuchar en determinadas frecuencias comparando con el resto de primates. Por lo tanto, parece lógico que la capacidad de escucha de los neandertales, relacionados con los seres humanos de la Sima de los Huesos, sea similar a la nuestra. Según estas últimas investigaciones, y debido a la relación entre el oído y el lenguaje, los primeros pasos del ser humano en el ámbito lingüístico son muy antiguos.

 

FUENTES: Balzeau, A., Grimaud-Hervé, D., Détroit, F., Holloway, R.L. Combès, B., Prima, S., 2013 First description of the endocast of Cro-Magnon 1 and study of brain variation and evolution in anatomically modern Homo sapiens. Bull. Mém. Soc. Anthrop. París 25, 1-18.Martínez, I., Rosa, M., Quam, R., Jarabo, P., Lorenzo, C., Bonmatí, A., Gómez-Olivencia, A., Gracia, A., Arsuaga, J.L. 2013 Communicative capacities in Middle Pleistocene humans from the Sierra de Atapuerca in Spain. Quaternary International 295, 94-101. DOI:dx.doi.org/10.1016/j.quaint.2012.07.001Gómez-Olivencia, A., Crevecoeur, I., Balzeau, A., in press. La Ferrassie 8 Neandertal child reloaded: new remains and re-assessment of the original collection. Journal of Human Evolution. DOI: 10.1016/j.jhevol.2015.02.00

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